El 1 de septiembre se cumplen ya dos años del intento de asesinato a nuestra compañera Cristina Fernández de Kirchner. Dos años en los que la Justicia no ha avanzado nada para condenar a los culpables. “Me quieren presa o muerta”, lo dijo la propia Cristina.
Todos sabemos que este atentado es producto de la permanente instigación, del odio de los de siempre a quien tocó los intereses de una clase depredadora, clasista y codiciosa. Este constante veneno ha sido inoculado a través de la prensa hegemónica y su contubernio con el aparato de Justicia. Ya lo demostraron los días posteriores al atentado cuando El Clarín tituló: “La bala que no salió y el fallo que sí saldrá”.
Seguiremos exigiendo justicia, mientras me permito repetir la frase que dije el año pasado en la reunión del Grupo de Puebla en Buenos Aires: yo veo en Cristina una maravillosa alquimia entre el pensamiento y la acción del general San Martín y Evita.
¡Fuerza, compañera! «