La serie estrella de 2023 tiene confirmada su segunda temporada para 2025. Se trata de The Last of Us, a la que muchos consideran la sucesora de The Walking Dead (TWD), aunque con varios tópicos cambiados, especialmente en lo que hace a la lucha colectiva, que era el vector de TWD. Aquí la historia es acaso más descarnada, porque se trata de una relación filial creada al fragor de la lucha y la desesperación, cuyo único objetivo es sobrevivir, no crear comunidad (aunque sea en su mínimo sentido) como en TWD. Lo cierto es que los fans de la serie, que ya son muchos, esperan que sea a principios de 2025 -algo que el anuncio de la plataforma productora, HBO Max, no precisó-, empezaron a conjeturar en redes sobre el surgimiento de los zombies, que ya en la primera temporada se atribuyó a un virus. Pero, si se permite, aquí se va a conjeturar que el atractivo de la serie no viene por el lado más ficcional/realista de la historia, sino por su clasicismo narrativo.

Joel y Ellie construyen una relación cada vez más fuerte.

La historia de The Last of Us

Se trata de la historia de un adulto mayor y una adolescente, que no son padre e hija aunque asumen los roles (en una postura freudiana por un lado y de la antropología más clásica por la otra), donde la consanguinidad no es tan importante como la relación vincular. Así, eso hoy tan vituperado y maltrecho como es la relación filial, en la desolación de un mundo infectado y sin vínculos a través de Internet asume nuevas variantes que permiten el redescubrimiento de lo humano. Pero como sin aventura -del tipo que sea- no hay narrativa posible, agreguemos que Joel y Ellie (Pedro Pascal y Bella Ramsey) siguen al frente del reparto, aunque como corresponde al derrotero de la vida orgánica ella empieza a tomar más preeminencia que él en el relato. Después de todo es la que tendrá más parte de su vida lidiando contra el mundo por venir.

Ellie no se quedará de brazos cruzados.