De acuerdo con el último reporte sanitario de la Ciudad de Buenos Aires, la ocupación de camas UTI en el sistema público de salud es del 83,8%. Según cifras oficiales del Ministerio de Salud porteño, sólo quedan disponibles 81 camas de terapia intensiva sobre un total de 500, ya que están ocupadas 419. Si se compara la situación sanitaria hace tan solo 30 días, el sistema de salud de la Ciudad reportaba una ocupación de camas UTI de apenas el 64,6%.

Estos números se agravan en los nosocomios más importantes de la Ciudad donde la ocupación de camas hoy alcanzó de terapia intensiva alcanzó el 100%. Esta es la situación actual del Hospital Méndez, el Ramos Mejía, el Durand y el Hospital Rivadavia.

“Desde las últimas semanas 4 semanas estamos trabajando con las camas calientes, cuando lamentablemente muere un paciente esa cama se ocupa por otro paciente en situación crítica a los pocos minutos” cuenta a Tiempo Julieta Chapor, enfermera de la terapia intensiva de sala COVID del Hospital  Julio Méndez del barrio de Caballito. El Méndez tiene un total de 26 camas UTI que están permanentemente ocupadas con pacientes COVID y que aquellos que llegan en estado crítico son derivados hacia hospitales públicos del conurbano.

“No podemos hacer más lugar ni en la guardia, no tenemos siquiera una cama disponible para las y los trabajadores del propio hospital, es más, tuvimos que derivar al Hospital Penna a Marcelo Salinas que es nuestro compañero que contrajo COVID y está con respirador”, agrega Julieta. Durante la jornada los trabajadores del Méndez se manifestaron en las puertas del Hospital para reclamar mejores salarios y más camas UTI en el lugar.

Las 29 camas de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía están todas ocupadas. “Le pedimos por favor al Ministerio de Salud de la Ciudad que agreguen más camas UTI, hasta la guardia colapsa de gente con COVID”, señala en diálogo con Tiempo Celia Benítez, enfermera de ese hospital. De las 29 camas ocupadas, 17 son pacientes con respirador automático y el resto en estado crítico.

“No damos abasto, necesitamos por lo menos 150 trabajadores de enfermería más para poder trabajar bien sin que eso perjudique la labor interna del hospital. Hay cien vacantes que el gobierno de la Ciudad se niega a contratar más personal”, agrega Benítez. La profesional contó además, que muchos de los trabajadores que son contratados por la Cartera que dirige Fernán Quirós tiene sueldos muy precarizados: “Necesitamos que cuando contraten nuevo personal los pasen a planta permanente, porque lo que cobran es una miseria y renuncian apenas les sale un mejor trabajo”, remata Benítez.

La situación se repite en cada uno de los principales hospitales públicos porteños. En las últimas semanas el Ministerio de Salud de la Ciudad agregó 50 camas de terapia intensiva a las 450 plazas que tenía disponibles hasta el momento. Esto quiere decir que las cifras oficiales están por encima del 90% de ocupación de camas UTI si se toma el histórico de plazas disponibles previo a la suma de las mencionadas.

“Estamos a tope y muy cansados, el agotamiento es general en todos los profesionales de la salud”, señala a Tiempo Martín Hojman, médico infectólogo y Jefe de Infectología del Hospital Rivadavia. Este nosocomio tiene apenas 3 camas de terapia intensiva desocupadas, de un total de 20 disponibles para pacientes en estado crítico con COVID.

“Hojman además es miembro de la Sociedad Argentina de Infectología y dirige la Red de Infectología de CABA. Denuncia que el gobierno de la Ciudad se niega a reconocerlos como “servicio”, ya que sólo 4 de los 14 hospitales de agudos de adultos de la ciudad de Buenos Aires, cuentan con un servicio específico de infectología. Consideran que esto es una falta de reconocimiento a la importancia de la especialidad que representa que haya poco personal especializado  e imposibilidad de hacer carrera hospitalaria advirtieron.

“Es necesario que nos reconozcan de esa manera porque nosotros trabajamos en todas las áreas del hospital; con los más pequeños en neonatología hasta terapia intensiva. Pero sin embargo, en la mayoría de los hospitales públicos no es un servicio aparte y depende exclusivamente Clínica Médica, que es apenas uno de los sectores que realizamos nuestro trabajo”, agrega Hojman.

El Hospital Durand cuenta con un total de 107 camas de terapia que en este momento están todas ocupadas. “Al igual que el resto de los hospital porteños estamos trabajando a cama caliente”, afirma a este diario Héctor Ortiz, enfermero y delegado del Durand. De ese total de plazas disponibles 47 están ocupadas con pacientes en estado crítico con respirador automático y 60, distribuidas en 3 salas diferentes, con estado de salud moderado.

“Muchos pacientes que están internados con COVID en estado moderado agravan su situación a las pocas horas, sobre todo aquellos de edad avanzada y lamentablemente algunos fallecen antes de llegar a las camas con respirador artificial”, agrega Ortiz.