Las inspecciones del Fondo Monetario Internacional volverán a formar parte de la agenda política del país en las próximas semanas. El organismo ya prepara el regreso de las misiones técnicas que vendrán a tomar nota de la situación económica local y a entrevistarse con funcionarios, economistas y dirigentes políticos del oficialismo y de la oposición.
El retorno de las revisiones contempladas en el artículo IV del estatuto de la entidad quedó acordado en las reuniones que el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, tuvieron en Roma con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y la directora adjunta del Departamento para el Hemisferio Occidental, Julie Kozack. En los encuentros hubo un acuerdo político para acelerar un nuevo programa que permita normalizar la deuda de algo más de U$S 44 mil millones generada por el préstamo stand by de 2018.
La cuestión ya forma parte del temario entre las partes, aunque todavía es temprano para dar por resueltos detalles tales como las fechas y si las reuniones serán en persona o por videoconferencia. «Seguimos trabajando conjuntamente en forma constructiva, (pero) no hay novedades sobre los plazos para el artículo IV o el nuevo programa», indicó el último jueves Gerry Rice, vocero de la entidad.
De paso, el veterano funcionario aprovechó para calmar expectativas sobre la baja de los recargos que aplica el Fondo a los préstamos de gran cuantía. Es un plus de entre dos y tres por ciento anual en la tasa de interés, lo que en el caso argentino significa unos U$S 900 millones extra por año. El caso también fue planteado por la delegación argentina en las reuniones que hubo en la capital italiana. «La política de sobretasas es algo que va analizar el directorio. No es una decisión que pueda tomar la directora general», explicó Rice.
Política y números
A diferencia de otras ocasiones en el pasado reciente, el interés para que se realicen esas visitas es mayor en Buenos Aires que en Washington. Sucede que el informe que emita esa misión técnica podría servir como una certificación del avance de las negociaciones entre las partes. El gobierno necesita ese documento para presentarlo ante el Club de París y con ese aval lograr que el organismo extienda el plazo para abonar un vencimiento de U$S 2400 millones pactado para este mes. Ese es el compromiso que adoptó Fernández cuando se entrevistó con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en su reciente gira por Europa.
Pero una cosa son los consensos políticos y otra cosa los números. El gobierno cree que podrá obtener un cierto grado de libertad de acción en el próximo convenio (la teoría del «déjennos crecer para poder pagarles» que suele enarbolar el presidente). Así y todo, Guzmán no descuida el frente fiscal, a sabiendas de que es uno de los temas preferidos del FMI. Esa obsesión del ministro por tener las cuentas ordenadas le valió muchas críticas internas dentro del frente oficialista, en el que un sector quiere incrementar los gastos sociales para combatir la pandemia.
Según el informe dado a conocer este jueves, el gasto se contrajo un 22% en términos reales en relación con el de un año atrás; el déficit primario del primer cuatrimestre fue de solo 0,3% del PBI y el financiero (que incluye los intereses de la deuda pública) de 0,8% del producto. Con esas cifras en la manga, Guzmán no solo se guarda margen para enfrentar la cuestión sanitaria sino que podrá disimular posibles observaciones por otros frentes donde la situación no viene bien. Por ejemplo, el inflacionario, donde el 17,6% acumulado entre enero y abril ya se consumió el 60% de la pauta anual prevista en el Presupuesto; y el de las tarifas, donde el titular de Hacienda no logra consenso dentro del gobierno para lograr un ajuste tal que evite el crecimiento de los subsidios.
Como novedad, en los últimos meses el Fondo comenzó a incorporar en sus revisiones los gastos extraordinarios vinculados con la lucha contra el Covid-19. «Mediante el diálogo habitual sobre políticas y la consulta del Artículo IV con los países miembros donde se evalúa la solidez de sus economías, el personal técnico del FMI continúa analizando la transparencia y la rendición de cuentas en el gasto asociado a la pandemia», informó el organismo en su sitio web. «