El surgimiento de los movimientos de Jóvenes por el Clima y la Alianza Climática es una de las novedades más importantes de la política argentina, fundamentalmente, por el significado de las causas que impulsan.
Se trata de adolescentes de colegios secundarios, algunos universitarios, que se organizan para garantizar un futuro que no les viene dado por sí mismo, sino que ellos mismos deben construirlo. Ellos sienten que si no se movilizan, como está ocurriendo en otras partes y sobre todo en países de América Latina, el mundo tal como lo conocemos se encamina a un colapso.
Para ellos, éste no es un momento de discursos, sino un momento de acciones. También están pidiendo que se les diga la verdad de lo que está pasando sobre las crisis climática y ecológica. Son jóvenes informados que conocen los pronósticos más preocupantes, que saben de la desaparición de especies, de la deforestación, y que están promoviendo cambios sin precedentes en términos sociales y ambientales a nivel global. «