La variopinta reunión del peronismo renovador entusiasmó a muchos, por la amplia convocatoria, y enojó a otros tantos, por el mismo motivo. Mientras que los organizadores, los intendentes bonaerenses Gabriel Katopodis y Juanchi Zabaleta, se mostraron felices con la convocatoria, dirigentes del Bloque Justicialista (que integra Diego Bossio, entre otros) se enojaron por la presencia de último momento de José Luis Gioja y de Daniel Scioli. En tanto, el massismo marcó fuerte su presencia con la oratoria de Felipe Solá y de los dirigentes sindicales. Organizaciones sociales que nacieron al calor del kirchnerismo también dijeron presente en este nuevo espacio. En cambio, el senador Miguel Ángel Pichetto pegó el faltazo.
El asunto era sencillo. Recordar el triunfo de Antonio Cafiero en la provincia de Buenos Aires con un acto que reúna a las nuevas caras. Y ser amplios y convocantes. También fue una intención marcada por los mismos oradores, la de convocar a organizaciones sociales y sindicales para que se referencien en este espacio. Fue como la Martín Fierro, el Movimiento de Unidad Popular y la 26 de Julio dijeron presente ayer. «El peronismo tiene que estar organizado», explicaba Quito Aragón, de la Martín Fierro. Lo mismo pasó con los sindicatos. Dijeron presente Omar Viviani, de taxistas, Héctor Daer, integrante del triunvirato que gobierna la CGT, y Omar Plaini, de Canillitas.
Pero la cosa se les fue de las manos a los organizadores cuando a mediados de la tarde se les empezó a llenar el hotel NH con figuras de las que se querían despegar. Así llegó primero Gioja y después Scioli. «¿Cómo no van a estar las autoridades del PJ Nacional si es un acto peronista?», argumentaban desde el entorno del ex candidato presidencial del FPV. El problema fue que los diputados del Bloque Justicialista no les hizo gracia ver a Gioja, que incluso estuvo en el escenario, o el propio Scioli. «Hay olor a naftalina», se quejaban algunos. El argumento es que el espacio se integrara con dirigentes que ganaron las elecciones en sus distritos y dejar en el pasado a «los perdedores».
Pichetto, uno de los fundadores y la pata en el senado de este espacio, tampoco quiso mezclarse en esta foto y faltó. Sin embargo, se sumaron sus pares Juan Manuel Abal Medina y Omar Perotti. El massismo sentó posición con Solá en el escenario, el dirigente más aplaudido de la tarde, aunque no forme parte del justicialismo, con el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, abajo, y con Daer como sindicalista invitado. «Nos mandó Massa», admitieron. El evento se llevó a cabo en el cuarto piso del edificio porteño, pero la reunión organizadora tuvo lugar un piso más arriba, donde se definió la lista de oradores a último momento. Las críticas de vedetismo hicieron que hablaran los intendentes menos conocidos, como Gustavo Menéndez de Merlo, Eduardo «Bali» Bucca de Bolivar, Fernando Grey de Esteban Echeverría y Juanchi Zabaleta de Hurlingham.
También llegó y se subió al escenario la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, quien fue acompañada por su antecesor y presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, ambos representantes del llamado «peronismo ortodoxo» e impulsores de otro agrupamiento de intendentes que se va a presentar este jueves en Merlo.
De los gobernadores sólo hablaron Roxana Bertone de Tierra del Fuego y Domingo Peppo, uno de los impulsores de la jornada. Si bien los discursos fueron críticos con el gobierno, también hubo críticas a la gestión anterior por haber perdido las elecciones en la nación y en la provincia. También se enfatizó en que la única referencia son Juan Perón, Evita y, por lo menos ayer, también Cafiero. La marcha peronista y un video de homenaje al histórico dirigente cerraron el acto después de las palabras de Zavaleta, quien arengó: «Vuelvan compañeros, los estamos esperando con los brazos abiertos.» Unos aplaudieron, a otros les pareció un poco exagerada la convocatoria y otros se fueron enojados.