La actividad económica se derrumbó 8,4% interanual en el mes de marzo, según el estimador mensual (EMAE) publicado este miércoles por el Indec. De esa manera, en el acumulado del año el nivel de la actividad decayó 5,3% con relación al primer trimestre de 2023.

El dato no sólo es negativo en comparación al año pasado, sino con el mes anterior, ya que la medición desestacionalizada arrojó una caída de 1,4% con respecto a febrero, lo que indica que la tendencia podría haber seguido profundizándose en el período siguiente.

Los números reflejan el profundo retroceso de la actividad, causado tanto por la caída de la demanda como por los reacomodamientos de precios relativos que todavía se están sucediendo y las diferentes respuestas de cada rubro.

De los 15 sectores económicos que clasifica el Indec, nueve de ellos arrojaron resultado negativo. Entre ellos hay caídas estrepitosas en los de mayor incidencia y que también son los que más mano de obra generan: la construcción bajó 29,9%; la industria manufacturera, 19,6%; y el comercio mayorista y minorista, 16,7%. Entre esos tres rubros aportaron 6,6 puntos porcentuales a la caída del indicador.

También fue superior a los dos dígitos la caída en el sector financiero (15,2%). Los otros sectores con signo negativo fueron electricidad, gas y agua; actividades inmobiliarias y empresariales; servicios comunitarios, sociales y personales; hoteles y restaurantes; y transporte y comunicaciones.

Los que mejor se acomodaron a la devaluación y al nuevo sistema cambiario fueron las actividades primarias extractivas: agricultura y ganadería subió 14,1%; minas y canteras, 5,9%; y pesca, 2,9%. También hubo subas marginales en servicios de salud, enseñanza y administración pública.

Los datos desalentadores ya habían sido anticipados por otras consultoras que suelen hacer mediciones de este tipo. El índice general de actividad de OJF, que dirige el economista Orlando Ferreres, por ejemplo, había anticipado una caída de 9,7% interanual en marzo, mientras que el índice de producción industrial de FIEL había arrojado una disminución de 13,7% en ese sector.

Con más cercanía en el tiempo, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) estimó que la actividad industrial de las pyme disminuyó 18,3% en abril, lo que la ubica como la caída “más profunda de los últimos 3 meses. Con ese resultado, el primer cuatrimestre del año cierra con una merma de 19% en comparación con el mismo período de 2023”.

Sin embargo, el sombrío dato de CAME deja una luz de esperanza en la comparación mensual, donde se advierte una mejora de 3,1% con relación a marzo. Los próximos relevamientos permitirán saber si empieza a verse una recuperación y desde qué piso deberá partir.