El Vaticano anunció este miércoles que en las últimas horas hubo un «agravamiento» en las condiciones de salud del papa emérito Benedicto XVI, de 95 años, luego de que el papa Francisco pidiera una «oración especial» por su antecesor, quien se encuentra «muy enfermo».
«Respecto al estado de salud del Papa emérito, por quien el Papa Francisco pidió oraciones al final de la audiencia general de esta mañana, puedo confirmar que en las últimas horas se ha producido un agravamiento debido al avance de la edad. De momento, la situación sigue bajo control, vigilada constantemente por los médicos», informó en un comunicado el director de la oficina de Prensa vaticana Matteo Bruni.
«Al término de la audiencia general, el papa Francisco se dirigió al monasterio Mater Ecclesiae para visitar a Benedicto XVI. Nos unimos a él en la oración por el Papa emérito», agregó Bruni.
«Me gustaría pedir a todos ustedes una oración especial por el papa emérito Benedicto, que en el silencio está sosteniendo a la Iglesia», convocó Francisco durante la Audiencia General que encabezó este miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano.
«Recordémoslo: está muy enfermo. Pidámosle al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor hasta el final», agregó Jorge Bergoglio sobre el alemán Joseph Ratzinger.
Ratzinger, nacido en Alemania en la ciudad bávara de Marktl en 1927, había sido elegido el pontífice número 265 de la Iglesia en 2005, y renunció el 28 de febrero de 2013, dando lugar al cónclave que eligió a Bergoglio como el primer papa latinoamericano, el 13 de marzo de ese año.
Recluido desde que renunció en el monasterio Mater Ecclesiae, en los jardines vaticanos, Ratzinger se mantiene acompañado por su secretario personal, Georg Gaenswein.
Con su salud definida como «una vela que está por apagarse» desde hace años, Ratzinger salió del Vaticano por última vez en 2020, cuando viajó a Alemania a despedirse de su hermano Georg, quien falleció poco después.