La Universidad Torcuato Di Tella realiza la medición del Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) desde noviembre del año 2001. Se trata de un relevamiento propio sobre la opinión pública en el cual se indaga sobre cinco puntos de percepción de la población en el desempeño del gobierno.
El último informe se conoció hoy y marca una tendencia acentuada al deterioro. Es que el valor se ubicó en 2,37 puntos en una escala que va del 1 al 5. Se trata de la peor marca desde que Javier Milei asumió la presidencia cuando mostraba una confianza de 2,83 puntos. En apenas siete meses la confianza en el gobierno cayó un 17,13% y, con la excepción del mes de mayo que había mostrado un leve repunte, la percepción de la población empeoró en todos los meses.
De junio a julio el retroceso fue de un 3,7%. Lo llamativo es que la confianza en el ejecutivo había cosechado un fuerte envión en el primer mes gestión durante el cual había escalado un 102% con relación al último mes de la gestión de gobierno de Alberto Fernández. Ese mes el índice se ubicó un 45,3% por encima de lo que había marcado en diciembre de 2019 cuando asumió la gestión anterior y un 59% más de la confianza que había cosechado Mauricio Macri en su primer mes de gestión.
Sin embargo, la caída es tan acentuada que, el mismo informe destaca que “el nivel de confianza actual es 12,3% menor al de la medición de julio 2016 al comienzo del gobierno de Mauricio Macri, y 6,2% menor al de la medición de julio 2020, al comienzo de la gestión de Alberto Fernández”.
El índice se construye sobre la base de operacionalizar el relevamiento de cinco variables: la imagen o evaluación general del gobierno, la percepción sobre si se gobierna pensando en el bien general o en el de sectores particulares, la eficiencia en la administración del gasto público, la honestidad de sus miembros y su capacidad para resolver los problemas del país. Allí el gobierno exhibe un mejor desempeño en lo que se refiere a la capacidad y la honestidad mientras que su desempeño se deteriora en lo que hace a la visión general del gobierno y su interés en resolver los problemas de los sectores populares. En el medio se ubica la eficiencia.
A la hora de evaluar la percepción que la población tiene del gobierno resalta especialmente el escepticismo del género femenino dentro del cual el ICG cae hasta 2,29 puntos, un 4% por debajo del promedio. A la vez, el gobierno sigue cosechando una buena imagen ente la juventud en la medida en que en el segmento de 18 a 29 años el ICG marca 2,81 puntos y, curiosamente, marca una tendencia al alza en tanto creció un 9% con relación a lo ocurrido en junio de este año.
A nivel educativo, los sectores que menor confianza tienen en la gestión son aquellos que apenas cuentan con un nivel educativo primario completo, posiblemente los más golpeados por el ajuste, los despidos y la caída del poder adquisitivo.
El informe se conoce en el contexto de un fuerte deterioro de los indicadores sociales, de ingresos y actividad económica y en el marco de una fuerte inestabilidad en los mercados cambiarios y de títulos y acciones.