Su nombre es Sara Hebe Merino. Nació en Trelew, provincia de Chubut, hace 40 años. Conocida como Sara Hebe, esta cantante y compositora se hizo una referente ineludible en la escena hip hop local. Sus potentes letras la transformaron en una influencia ineludible. Llegó a la música urbana luego de pasar por el teatro y la danza, por lo que sus interpretaciones son también parte de su éxito.
Se define como transfeminista, pero su mirada es amplia y su lengua filosa. Sus canciones tratan sobre temas comprometidos como la lucha por derechos igualitarios, la violencia institucional, la diversidad, las infancias y otras problemáticas sociales y ambientales. Las acompaña con diversos ritmos, que van desde el rap duro hasta la cumbia, el pop y el reggaetón.
Mientras prepara su sexto disco, el año pasado lanzó el EP Beivip, con ocho temas, y más recientemente el tema “Hulk”.
-¿Cómo te acercaste al hip hop?
-Escuchando la radio. Parece algo de la antigüedad, pero no, era nuestra manera de buscar algo nuevo. Después tratábamos de tener discos o casettes. Lo primero que me gustó fue Charly García, algo de Nirvana, pero sobre todo lo que me acercó a este estilo fueron Todos Tus Muertos y Actitud María Marta. Así se formó mi mente.
-Cuando te viniste a Buenos Aires desde el sur, ¿ampliaste ese universo?
-Sí, porque me vine joven y me acerqué a toda banda de rap underground que pude. El hip hop me enganchó a través del baile, me hizo querer hacer teatro y eso me ayudó.
-¿En qué te ayudó el teatro?
-A ampliar la mirada. Apenas me vine a Buenos Aires, me crucé con Norman Briski y el teatro Calibán. Empecé a ir porque quería ser actriz y entendí qué es hacer un arte popular, pero con compromiso político. Me abrió la cabeza y me permitió experimentar.
-¿Cómo te llevás con la tecnología?
-Bien. Al ser 100% independiente, aprendí rápido y me sumó. Pude subir los temas con video a YouTube o contar con plataformas y eso me vino bien para entrar en un mundo que se estaba inventando. Es verdad que hoy las redes son invasivas y a mí mismo me hacen mal. Pero bueno, gracias a eso también pude hacer este camino que me tocó.
-¿Cómo creciste?
-Con trabajo, muchas ganas y con producción. Haciendo y mostrando, en todos los lugares que pueda.
-Mencionaste el lado negativo de las redes. ¿A qué te referías específicamente?
-Llevan mucho a compararte, a armarte una realidad ficticia e individual. Corre el parámetro de qué es exitoso, qué vale la pena o no. Te hace mirar los números, querer tener más seguidores sin importar demasiado nada, solo para medirse contra no sé quién. O a mucha gente a filmarse ellos mismos. O hacer lo que sea para un like. Las redes te pueden meter en un mundo ficticio y alienante.
-¿Te pasó?
-Ojalá pueda dejar un poco de consumir esos micromundos que se forman en cada red social. Me quita mucho tiempo… Le debe pasar a muchos. Preferiría tener más tiempo para pensar en qué escribir, probar melodías y cantar cosas nuevas. Pero claro, me veo obligada de alguna manera a meterme en ese mundo.
-¿Por qué?
-No tengo community manager, por eso me meto y me termino enfermando con todo lo que te encontrás. Te aliena un poco, un poco bastante. Te enganchás en una, contestas y perdiste un montón de tiempo.
-¿Hay forma de escaparle a eso?
-Tratar de no hacerlo. Si te das cuenta que te hace mal, evitarlo. Como todo.
-¿Qué otra actividad te nutre para hacer canciones?
-Todo influye. Leer y entrenar, dejar la mente despejada para crear. El entrenamiento físico es clave, me gusta y me siento bien cuando lo hago, aunque soy re vaga. Una vez que dejo, me cuesta arrancar. Pero cuando lo hago me doy cuenta del cambio, lo noto en los shows en vivo. Todo lo que sea moverse viene bien. Voy cambiando, pero siempre vuelvo porque lo necesito.
-¿Qué te gusta leer?
-Literatura en general, sobre todo novelas y poesía. Me gusta, pero no leo tanto como me gustaría. Tenemos tantas distracciones, demasiadas. Todo nos llega muy masticado. Pero la lectura es algo único.
-¿Qué fue lo último que leíste?
-Un libro espectacular que se llama Nada se opone a la noche, de Delphine de Vigan. Es tremendo, algo violento, pero contado desde la fragilidad de los vínculos afectivos y alentando a la supervivencia. Tengo otro que estoy leyendo hace mucho y que terminaré en estos días….
-¿Cuál?
-Un policial, de Raymond Chandler, El largo adiós. Era el único que me faltaba del personaje emblemático, Philip Marlowe. Es el tipo de libro que me gusta, esos que te atrapan. Quizás por eso no lo quería terminar.
-¿Mirás series?
-Soy fanática de Los Soprano, pero miro de todo. Si me engancho sigo, sino abandono y paso a otra.
-¿Te gustaría hacer otras cosas?
-Actuar. En pelis o series. Hice cosas: Expansivas de Ramiro García Bogliano, un policial filmada enteramente en La Plata. En Chile participé de una que se llama Los afectos, que creo que se estrenará este año. Actuar y hacer música es lo que quiero hacer.
-¿Tenés una rutina para mantenerte creativa?
-Me gustaría levantarme y meditar. ¡Pero me despierto y miro el celular! Quiero dejar de hacerlo. Soy alguien espiritual. Mi viejo estaba bastante loco pero me dejó eso de conectarme con la realidad desde otro lado. Hay que valorar lo que se tiene y aportar para ayudar a los demás. «