Desde Julio Cortázar a Borges pasando por María Elena Walsh, quien fue su pareja, ningún escritor fundamental de la literatura argentina escapó a su lente. Pablo Neruda, Mario Vargas Llosa y Gabriel  García Márquez  también fueron alcanzados por su cámara, lo mismo que el gran renovador del tango que fue Ástor Piazzolla. En este sentido, Sara Facio se dedicó a plasmar en imágenes a las figuras fundamentales de la cultura nacional.

Foto: Mariano Vega Archivo

Nacida el 22 de abril de 1932 en San Isidro, provincia de Buenos Aires, se graduó en la Escuela Nacional de Bellas Artes en 1953.

Poco después viajaría a Francia acompañada de otra famosa fotógrafa argentina, Alicia D´Amico.

El padre de Alicia tuvo un papel fundamental cuando ambas volvieron a la Argentina. Convencido de sus respectivos talentos, las instó a seguir en el camino del arte fotográfico, en el que volcaron su vida.

Sara Facio manifestó  en diversas  entrevistas que la fotografía era su militancia, dado el fervor con que se entregó a ella.

En que realizó Agustina Rabaine para Sophia dijo: “Estoy agradecida por haber seguido mi camino y por haber hecho lo que quise. Como todo el mundo, tuve altibajos y momentos muy feos, con amores y pérdidas de personas muy queridas. Pero el recuerdo que conservo es el de los buenos momentos y los logros”.

Foto: Télam

Y agregó: “Hay cosas que he conseguido porque me las propuse, por lo menos… Para mí la fotografía fue siempre una militancia. Sentía que me realizaba y, a la vez, que podía ayudar a otros en momentos difíciles, como en el tiempo de la dictadura, donde todo lo que tuviera que ver con las fotos estaba prohibido y cuestionado”.

“Si salías a la calle con una cámara, podías ir presa. Te paraban, te pedían documentos, y más si eras mujer. Ahora, a la distancia, creo que esas cosas te van fortaleciendo.”

En la misma entrevista destacó lo que aprendió de otras mujeres fotógrafas y también cómo muchas fotógrafas fueron saliendo del mundo de la moda que parecía en ese momento “natural” para que se desempeñara una mujer hacia otros ámbitos considerados tradicionalmente masculinos.

 “Lo primero que me viene a la mente –afirmó- es el ejemplo que me dejaron Annemarie Heinrich y Grete Stern, dos personalidades que, más allá del medio, los maridos y los problemas personales que tuvieron que enfrentar, pudieron hacer su camino. Ellas me dieron impulso y me animaron a no hacerles caso a los problemas, a los rechazos y a las injusticias. Hasta el día de hoy, si recibo críticas o se me presentan obstáculos, sigo mi camino, que es hacer mi trabajo y venir todos los días al estudio.”

Y añadió: “Cuando empecé a estudiar fotografía, también me inspiraron otras fotógrafas que, en el momento en que las mujeres hacían fotos de moda, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, fueron a los campos de concentración y supieron registrar todo ese horror. Entre ellas, Lee Miller, de quien tengo este libro. En mi caso, yo siempre supe que quería hacer fotos en la calle; lo que me interesaba era reflejar a la gente y sus circunstancias”.

Foto: Télam

Y Sara Facio cumplió su deseo de hacer fotos en la calle. Entre 1960 y 1980 se dedicó a tomar fotos de la ciudad, no sólo en su aspecto edilicio, sino también con los personajes que le dan su identidad desde Quino a Goyeneche.

La calle también fue el escenario en que se dedicó a registrar la repercusión  que produjo el regreso de Perón a la Argentina. Se convirtió así en la cronista de los días que median entre el 17 de noviembre de 1972 y el  1º de julio de 1974, día de la muerte del líder político.

Estas fotos fueron expuestas oportunamente en el Malba con la curaduría de Ataúlfo Pérez Aznar. Pero no hubo lugar significativo de exposiciones en que las imágenes no estuvieran presentes, desde el Museo Nacional de Bellas Artes, al Centro Cultural Borges.

Sara Facio desde su primera cámara

Fue otra mujer que alcanzó la fama a través de la fotografía, Annemarie Heinrich, la que guió sus pasos en un principio. En los comienzos de su larguísima carrera, Facio compró su primera cámara profesional con la ayuda del Fondo Nacional de las Artes. Fue, sin duda,  un punto de inflexión en su vida y también en la de los argentinos que desde entonces contaron con su mirada atenta y su disparo certero con los que puso en imágenes gran parte del acontecer cultural y político del país.

Comenzó así a realizar sus primeros libros fotográficos y se abrió paso en un mundo fundamentalmente masculino. En 1973 fundó junto con María Cristina Orive la editorial fotográfica La Azotea. Más tarde,  en 1979, el Consejo Argentino de Fotografía junto a varios de sus colegas.

Al cumplir 90 años, el Museo Nacional de Bellas Artes la homenajeó con una exposición que reunía los trabajos de Sara Facio producidos entre 1960 y 2010. Esta muestra antológica permitió poner en perspectiva su prolífica obra en la que aspectos de la vida política argentina conviven con retratos realizados a Doris Lessing, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Octavio Paz, Pablo Neruda, Federico Leloir y María Elena Walsh entre otras personalidades destacadas.

Entre sus retratos más difundidos de Facio figuran, sin duda, los de Julio Cortázar a quien conoció en 1967 en París.

En una entrevista realizada por Araceli Otamenti cuenta refiriéndose  a la imagen de Cortázar en la que aparece con un cigarrillo en la boca: “Esa fotografía, cuenta, la preferida de él se la tomé a los pocos días de conocerlo. Inclusive me decía con  una gran intuición: `Me gustaría que un día, si se hiciera un libro sobre mí, esa fotografía esa fotografía esté en la tapa`. Ese deseo se cumplió bastante porque ya hay cerca de  una docena de libros sobre Cortázar que tienen esa foto en la tapa. Además, la toman muchos artistas plásticos y los dibujantes, empezando por Sabat, a quien admiro muchísimo, también me halaga que halaga que hasta él use esa fotografía para hacer  un dibujo de Cortázar”.

A los 92 años, la gran militante de la fotografía, Sara Facio, dijo adiós, pero perdurará en la memoria de los argentinos que ella misma se encargó de poblar y enriquecer con imágenes que, definitivamente, forman parte de nuestra identidad nacional.

Sara Facio será velada hoy, miércoles 19 de junio, entre las 11 y las 15 en Avda. Congreso 1757, CABA.