La fuerte ventaja inicial de Sanders en la carrera se fue evaporando rápidamente a medida de que la cúpula demócrata cerraba filas tras el centrista Biden, quien además fue ganando interna tras interna y alcanzó una cifra de delegados casi imposible de remontar para el senador por Vermont. Los responsables de la campaña de Sanders anunciaron que el ahora ex precandidato comunicó su decisión de poner fin a su segundo intento de obtener la candidatura durante una videoconferencia con su equipo.
El senador comenzó su campaña de este año en medio de dudas sobre si podría reeditar la magia de su primer intento de 2006, cuando miles de votantes lo eligieron como una alternativa por izquierda a su rival la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, quien luego perdió con Trump. Pero, pese al apoyo inquebrantable de las bases progresistas del partido, no pudo superar las dudas sobre la viabilidad de su candidatura en medio de temores a que su ideología socialista fuera difícil de digerir para muchos votantes independientes que definirán el próximo presidente.
La interna demócrata termina ahora con Estados Unidos como uno de los países más afectados por la pandemia de coronavirus, que provocó la suspensión de todo acto presencial de Sanders y Biden y que ha llevado a muchos estados a retrasar su primaria o su caucus.