Tras un encuentro fuera de agenda en el Palacio de la Moncloa, con el excandidato presidencial venezolano opositor, Edmundo Gómez Urrutia, el presidente español, Pedro Sánchez, aseguró que su país trabaja «en favor de la democracia y el diálogo en Venezuela«, pero no reconoció oficialmente su triunfo en las elecciones, como pide la oposición en España a través de una resolución votada en el Congreso.
Sánchez tampoco respondió a los pedidos de ruptura de relaciones que llegaron desde Caracas, donde el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, solicitó a la Comisión de Política Exterior que elabore una resolución para instar al Ejecutivo a cortar todas las relaciones diplomáticas, comerciales y consulares con España.
«Doy una cálida bienvenida a nuestro país a Edmundo González, a quien acogemos mostrando el compromiso humanitario y la solidaridad de España con los venezolanos”, afirmó Sánchez en sus redes junto con imágenes que lo muestran paseando junto a González.
El miércoles, con mayoría de derecha, el Congreso de los Diputados aprobó con los votos del Partido Popular, Vox, UPN, CC y PNV una proposición de los ‘populares’ no vinculante, que se insta al Gobierno a reconocer a Edmundo González, refugiado desde el domingo en España, como presidente electo tras las presidenciales del pasado 28 de julio en Venezuela. El PSOE, al igual que Sumar y sus otros socios parlamentarios votaron en contra.
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación reiteran que el objetivo del Gobierno es trabajar para que se mantenga la «posición común como hasta ahora en la UE» para facilitar que pueda haber una «solución política negociada» en Venezuela y que «incluya analizar si el reconocimiento de Edmundo González Urrutia puede ayudar a ello». El Parlamento Europeo trataría el caso el martes próximo.
Los Veintisiete miembros de la UE se negaron a reconocer la victoria de Nicolás Maduro en los comicios, anunciada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y ratificada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y han exigido la publicación de todas las actas electorales para que se pueda verificar dicho resultado.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, sostuvo durante la última reunión con sus homólogos de la UE que debían rendirse a la evidencia de que Maduro no iba a presentar esas actas y que por tanto los Veintisiete debían analizar todas las herramientas en su mano para propiciar una salida pacífica a la crisis, sin mencionar expresamente las sanciones.
Albares afirmó esta semana que dado que la toma de posesión del presidente venezolano no está prevista hasta el 10 de enero hay un «tiempo razonable» para intentar facilitar que se produzca un diálogo entre Gobierno y oposición que permita una salida negociada.
Los Veintisiete tienen presente el precedente de Juan Guaidó, a quien reconocieron como presidente encargado en 2019. Este paso generó «ilusión» pero al final «quedó en no gran cosa», recordó Albares.
También hizo hincapié en esta cuestión Cristina Narbona, quien fue la encargada de defender las tesis del PSOE en el debate de este martes en el Congreso. La portavoz socialista reprochó al PP que con su propuesta está generando «expectativas falsas» a los venezolanos puesto que el reconocimiento de González no es «una varita mágica que hace desaparecer por encanto a Maduro».
«Ojalá fuera así, pero sabemos que las cosas no funcionan de esta manera», incidió, remitiéndose al caso de Juan Guaidó, al que España y otros países reconocieron en su momento. «No tuvo ninguna utilidad», remarcó.
bb con NA y Europa Press