Ni China ni Venezuela ni Irán, ni ninguna de las otras «dictaduras comunistas» como las llama el trumpismo, el mileísmo e Infobae. No. El lugar con más aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos en las últimas horas es un ignoto archipiélago francés con alma vasca en América del Norte. Hagamos un viaje por Saint Pierre et Miquelon.
“Los contribuyentes han sido estafados durante más de 50 años –enfatizó Trump en declaraciones en la Casa Blanca–. Pero eso ya no va a suceder más”. A 1973 kilómetros hacia el noreste, los 5808 pobladores de Saint Pierre ni se imaginaban que iban a encabezar la lista de los países más arancelados, junto a Lesoto, un territorio rodeado por Sudáfrica, ambos con 50 por ciento. Bastante más que China, que tuvo un 34%, o la Unión Europea, con 20%, o Nicaragua, con 18%. Acá se puede ver la lista completa.
San Pedro, Miquelon y la influencia vasca
San Pedro y Miquelón (como se la conoce en español) es un territorio francés situado frente a la costa de Terranova, Canadá. Si bien oficialmente debe portar la bandera tricolor de Francia, hay otra bandera no oficial, enarbolada desde 1982, presente en gran parte de las casas del Archipiélago, compuesto por dos islas principales al sur de Terranova.
Esta otra bandera presenta un velero amarillo, símbolo de la llegada del explorador francés Jacques Cartier, sobre un fondo azul que representa el mar. En el mástil, ondea la ikurriña vasca, junto a los emblemas de Bretaña y Normandía para honrar las raíces de la mayoría de sus pobladores.
Como explica Diario Vasco, la huella vasca en estas islas es fuerte y se deja notar incluso en su cementerio, repleto de lápidas con apellidos como Olaizola, Tellechea, Urtubi, Lizarraga o Apestegi: «Su presencia se remonta a la época de la caza de ballenas en aquellas aguas del Atlántico y Miquelón deriva del nombre vasco Mikeleune o Mikel. Así, la ikurriña en esta bandera es un homenaje a a aquellos primeros pescadores europeos que se asentaron en la zona, que al principio solo lo hacían durante la temporada de pesca».
¿Sabíais situar SAN PEDRO Y MIQUELÓN🇵🇲? Probablemente no sabíais de su existencia. Pues bien, esta Colectividad Francesa de Ultramar tiene dentro de su bandera… ¡una bandera autonómica española!
— Juan Ignacio Cortijo 🚀 (@CIJ37) March 17, 2019
La ikurriña hace presencia en honor a los muchos vascos que habitaron la isla. pic.twitter.com/Pihq2HDAez
Un archipiélago, tierra de navegantes
Hoy la Isla es una comunidad de Estado único, definida por el artículo 74 de la Constitución de Francia. La política local está estructurada alrededor de un sistema democrático parlamentario dentro de la colectividad de ultramar de Francia. Las islas también envían un diputado a la Asamblea Nacional de Francia y un senador.
Este territorio, cuya capital es San Pedro, es el único francés en América del Norte. Un resto de lo que fue el Virreinato de Nueva Francia que incluía otros territorios como Quebec y Luisiana. Además, forma parte de los Territorios especiales de la Unión Europea (UE).
Es, sobre todo, tierra de navegantes y pescadores. En 1520 llegó el portugués João Álvares Fagundes, que la bautizó como «Las Once Mil Vírgenes» (l’archipel des onze mille vierges). Pero será Cartier en 1536 quien la renombre «Isle Sainct Pierre», en honor al Patrón de los Pescadores. Después se le agregó el término vasco Miquelón a la segunda isla, teniendo en cuenta que los colonizadores fueron en su mayoría balleneros vascos provenientes especialmente de San Juan de Luz.
Hay una tercera isla, Langlade, conocida de varias formas a lo largo de la historia y que hoy está unida a la anterior por un istmo de arena.
A mediados del siglo XVII ya había población francesa asentada de manera permanente. Las poblaciones originarias que habitaron antes de la llegada de los europeos se relacionan a los esquimales del norte de América, cuyas herramientas halladas se remontan hasta antes de Cristo.
Si bien son islas pequeñas vivieron tiempos convulsionados, sobre todo en los enfrentamientos entre ingleses y franceses. De hecho, los británicos tomaron posesión de San Pedro durante 50 años, hasta 1763. Y volvieron a atacarla en 1778, cuando Francia había apoyado la independencia de trece ex colonias inglesas.
Por 38 años la población pasó de uno a otro bando, la mayoría abandonó las islas, hasta que pasan a ser franceses definitivamente en 1815, con la segunda abdicación de Napoléon. Aunque vendrían años de declive en la industria pesquera hacia finales del siglo XIX, San Pedro y Miquelón tuvo un ascenso económico fortuito de trece años en la primera mitad del siglo XX. ¿Cuándo? Durante la Ley Seca de EE UU, destacándose por el tráfico ilegal de alcohol, especialmente de vino francés importado, por lo que llegaron a contar con la visita del mítico Al Capone en 1927. La Ley Seca terminó en 1933, y junto con la Crisis del ’29, volvió la recesión a las islas.

Las islas y el nazismo
El 22 de junio de 1940 se firmó el denominado Segundo Armisticio de Compiègne, por el que la Alemania nazi y la Tercera República Francesa ponían fin a las hostilidades. El país galo quedaba dividido en dos partes: una, en el norte y oeste ocupada y administrada directamente por los germanos; otra, en el sur, gobernada por un nuevo régimen adicto al hitleriano con centro en Vichy, al que se concedía el control de los territorios no europeos.
Islas colonizadas por los franceses como Guadalupe y Martinica habían rechazo ese acuerdo argumentando que se había firmado bajo presión, y se posicionaron a favor de los aliados. Pero San Pedro y Miquelón se puso del lado de los nazis. En plena Norteamérica. La única nazi del continente en ese momento.

Como cuenta La Brújula Verde, la autoridad local la representaba el Administrateur vigente, Gilbert de Bournat, que había sido nombrado en 1936 y contaba con la ayuda del almirante Georges Robert como alto comisionado y comandante en Jefe del Atlántico Occidental (que, además del archipiélago en cuestión, incluía las Antillas y Guyana).
La situación preocupaba tanto a Canadá como a EEUU porque en las islas contaban con una estación de radio y además estaban comunicadas con Europa mediante cables transatlánticos, lo que suponía la posibilidad de facilitar información a los submarinos alemanes sobre condiciones meteorológicas, paso de convoyes y movimientos de buques de guerra, aparte de proveer de pesca a Alemania a través de Francia.
San Pedro y Miquelón estaban demasiado cerca de la estratégica desembocadura del río San Lorenzo, pero recién en diciembre de 1941, tras denuncias de que la emisora de radio del archipiélago colaboraba con los U-boot germanos y la presión de De Gaulle, los aliados invadieron las islas. Fue a las 3 de la madrugada del 24 de diciembre, con 230 marineros armados. El operativo duró 20 minutos. Y no dispararon un solo tiro.
Al día siguiente se organizó una consulta a la población insular en la que la mayoría absoluta (más del noventa y ocho por ciento) votó a favor de unirse también a la Francia Libre.
Sus exportaciones
Como es de esperar, la capacidad exportadora de esta pequeña isla es tan modesta como su tamaño. Su economía se sostiene sobre todo en productos del mar: según el Observatorio de Complejidad Económica (OEC) exporta principalmente crustáceos procesados, moluscos, y pescado congelado. Además, Estados Unidos no está entre su pequeña pero variada red comercial: Canadá se lleva la mayor parte (2,7 millones), pero también a Irlanda (177.000 $), Francia (165.000 $), Djibouti (155.000 $) o Reino Unido (57.700 $).
¿Cuál es el motivo entonces de los aranceles? Según la administración de Trump, radica en un solo mes: julio de 2024, cuando una compañía estadounidense adquirió productos de la isla por un total de 3,4 millones de dólares, generando un 99% de déficit. En Francia no descarta pedir la retirada de la empresa yanqui.

El dori es la embarcación tradicional de San Pedro y Miquelón, una especie de variante de la piragua americana. A finales del siglo XIX, época dorada de la pesca del bacalao, supo haber 500 de ellos. Los pescadores fueron abandonando estas embarcaciones por otras más modernas. Pero en Saint-Pierre, un puñado de incondicionales sigue manteniendo la tradición. Se les conoce como los Zigotos, por la asociación que crearon hace más de 30 años.
Las islas también tuvieron sus cinco minutos de fama en el mundo del espectáculo, cuando apareció al inicio de la sexta y última temporada de la serie Peaky Blinders, como escenario de parte de la historia. El primer capítulo comienza con un salto temporal de cuatro años con respecto al final de la anterior temporada. Tommy está en Miquelón y la escena nos sitúa en el bar de un hotel local. El protagonista comienza a hablar en un perfecto francés. Eran los momentos del fin de la Ley Seca.
Quien desee conocer las islas, se recomienda ir a mitad de agosto cuando llevan a cabo las fiestas vascas (los precios de estadía rondan los 94.000 pesos, que hay que pasar a euros, la moneda local). Todos los veranos se celebra un festival vasco con exhibiciones de harri-jasotze (levantamiento de piedras), aizkolaritza (corta de troncos) y pelota vasca.
El año que viene será todo un acontecimiento: celebrarán los 120 años de la construcción del frontón Zazpiak Bat, céntrico monumento y uno de los símbolos más conocidos de las islas. No faltarán los partidos de pelota, músicos, dantzaris, pescado y alcohol. Habrá que ver, en ese entonces, qué es de la vida del mundo, del comercio internacional y los aranceles, cuando el trumpismo ya lleve más de un año en el gobierno del vecino Estados Unidos.
Aranceles a islas donde solo habitan pingüinos
Trump evitó poner aranceles a Rusia, Canadá y México. Y le impuso al resto del mundo, desde Europa hasta América Latina. Incluso territorios aislados, como las deshabitadas Islas Heard y McDonald, que recibieron un 10% de aranceles.
Se trata de un grupo de islas volcánicas deshabitadas cerca de la Antártida, cubiertas de glaciares, con decenas de colonias de pingüinos, los verdaderos habitantes de estas islas, lo que disparó todo tipo de memes como el de la imagen. El anuncio sorprendió a Australia ya que el archipiélago es parte de su territorio, pero es casi inaccesible y no tiene comercio significativo con Estados Unidos.
Otro territorio australiano afectado fue la Isla Norfolk, situada a 1.600 kilómetros al noreste de Sídney y con una población de 2.188 personas. A diferencia del resto de Australia, que enfrenta un arancel del 10%, la isla fue golpeada con un gravamen del 29%.
En el Ártico, Svalbard y Jan Mayen, territorios noruegos con poca o nula población, también fueron incluidos en la lista de aranceles. El archipiélago Svalbard y Jan Mayen, una isla desolada con solo 18 habitantes operando una estación meteorológica y un aeródromo, enfrentarán un arancel del 10%. Nadie vive allí de forma permanente y su economía es nula.
Hasta las Islas Malvinas recibieron arancel: 41%, bastante más que el 10% de Argentina.
