Esta semana el Jefe de Gobierno de la Ciudad Jorge Macri reiteró un viejo anhelo del macrismo porteño que cada tanto se repite como eslogan de campaña. Hace referencia a que los servicios que ofrece la Ciudad sean sólo para quienes viven en ella. En este caso el alcalde hizo mención a la salud, al manifestar que la atención en los hospitales públicos será «para todos con prioridad para los porteños».
Rápidamente salieron a responderle desde el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, hasta referentes de la izquierda. El mandatario porteño aclaró que el sistema de salud de la CABA seguirá siendo universal y gratuito para todos cuando hay riesgo de vida.
A raíz de esta polémica, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) realizó un informe para tratar de entender con qué lógica el mandatario propuso limitar la atención médica de los bonaerenses, cuando, en realidad, los aportes que hacen las 3 millones de personas que viven en el conurbano y que trabajan en la Ciudad equivale a 2,7 veces el presupuesto de salud que el Ejecutivo porteño destino para este año.
De acuerdo a estimaciones del Centro de Estudios Metropolitanos (CEM), casi la mitad (48,5%) de los trabajadores que cumplen tareas en la Capital Federal viven en el Gran Buenos Aires, al mismo tiempo que poco más del 9% de los porteños trabajan en el conurbano. En números concretos: por día, alrededor de 3 millones de personas cruzan la General Paz para ocupar sus puestos de trabajo en la CABA. De acuerdo al último censo nacional, la cantidad de habitantes en territorio porteño es de 3.119.304 personas, es decir, a diario el distrito recibe la misma cantidad de personas que viven en él, que tributan, consumen y aportan.
El presupuesto 2024 de la Ciudad destinó la suma de 5 billones de pesos para el 2024 ($5.801.003.097.465). Desde CEPA aseguran que de esta proyección presupuestaria, el 71% es recaudado por impuesto sobre ingresos brutos ($4.165.804.924.758), un impuesto que es considerado indirecto y regresivo porque pagan más los sectores de menores recursos y que es fácilmente trasladable a contribuyentes finales. Es decir, quienes consumen en la Ciudad.
«Los 3 millones de bonaerenses que todos los días trabajan en CABA consumen en la Ciudad y, por lo tanto, aportan también riqueza y al Producto Bruto Geográfico del distrito. Analizando datos del último censo, la población porteña mayor de 19 años en condiciones de trabajar y de consumir ronda los 2 millones y medio de personas, que se suman a los 3 millones de bonaerenses que ingresan todos los días», declara Juan Pablo Costa, coordinador del Observatorio de Economía Urbana del CEPA.
Ciertamente, el estudio destaca que la suma de los porteños en condiciones de trabajar y consumir y la de los bonaerenses en CABA equivale a 5.475.038 de contribuyentes potenciales. «Si a esa cifra la dividimos por lo que está proyectado recaudar de Ingresos Brutos, nos da que cada uno aportará en el año un promedio de $760.872. Y si multiplicamos este promedio por los 3 millones de bonaerenses que trabajan en CABA, resulta que en total aportan $ 2,3 billones, esto equivale a 2,7 veces el presupuesto de Salud porteño que para este año representa el 14,7% del total ($855.319.569.852)», agrega el especialista.
Analizando estos números se desprenden varias cuestiones, pero una de manera directa: ¿por qué Jorge Macri pretende restringir la atención a los bonaerenses cuando, con los aportes que estos realizan a la Ciudad, el presupuesto de salud podría ser el triple?
Costa recuerda que «el gobierno de la Ciudad viene reduciendo el presupuesto de salud cada año. Entonces esta propuesta de Macri se enmarca en una sistemática reducción que ellos mismos realizan. Acá nos preguntamos: ¿la deficiente atención en hospitales no tiene más que ver con esta baja presupuestaria, más que con la enorme afluencia de personas del conurbano o de otros distritos?».
El recorte en Salud
Durante el primer mandato de Horacio Rodríguez Larreta al frente de gobierno porteño, el presupuesto de la cartera sanitaria recibió un ajuste de casi $ 42.500 millones y en ambas gestiones hubo una caída de la inversión social en hospitales superior a los $ 36.000 millones. Las cifras se desprenden de otro informe realizado por el CEPA en septiembre pasado donde, además, evidencia que de los 33 nosocomios analizados, en 31 se redujo el nivel de gastos y sólo en 2 se observa un incremento. En algunos casos el ajuste es superior al 40%.
A modo de ejemplo, en el Hospital Marie Curie, hubo una caída de la ejecución en ambas gestiones analizadas (2016-2022). El documento destaca especialmente el ajuste en el año 2017 que fue de 4 mil millones de pesos (a precios de 2023) o una reducción del 40%. El resto de los años son de una lenta reducción en la ejecución. Entre puntas, el Marie Curie sufrió un ajuste del 48% o 4900 millones de pesos. «