Vamos a concentrar este 4 de junio desde las 14 horas frente al Congreso porque se discute el presupuesto universitario, el FONID, que afecta también a nuestros docentes preuniversitarios y la movilidad jubilatoria”, anticipaba a Tiempo esta mañana Ileana Celotto, secretaria general de la Asociación Gremial Docente de la UBA (AGD UBA), exponiendo los motivos de un nuevo paro docente universitario, en un conflicto que, más allá del acuerdo del gobierno con rectores por los gastos de funcionamiento, está lejos de solucionarse: el salario docente universitario insume más del 90% de los gastos de las instituciones.

La secretaria general resalta que el motivo central de las medidas de fuerza es el reclamo salarial. “Ya perdimos 62 puntos con respecto a la inflación en estos 5 meses de gobierno y si sumamos lo que venimos perdiendo desde el 2015, necesitaríamos un aumento del 100% para equiparar nuestra situaciónm, más o menos, a lo que corresponde”, asegura.

Sin buenos augurios para la reunión con Capital Humano

Este jueves se llevará a cabo una nueva reunión con las autoridades del Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello. “Si no se llega a una respuesta satisfactoria, lo más probable es que la semana próxima vayamos nuevamente al paro. Y en ese caso, todos los gremios docentes y, posiblemente, los no docentes, de la UBA, realizaremos una jornada de clases públicas en Plaza de Mayo como medida de protesta”, informa.

En este sentido, la dirigente sindical ratifica el lema que se sostiene desde el inicio de los reclamos: “sin docentes no hay universidad, sin salarios no hay docentes y, en estas condiciones, no hay segundo cuatrimestre”.

En defensa del FONID

La docencia universitaria, asimismo, reclama el restablecimiento del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) que fue eliminado por decreto presidencial del presupuesto de este año. “Lo del Fonid afecta a todos nuestros docentes, incluso los preuniversitarios en las universidades que tienen desde salas maternales y escuelas primarias, secundarias y jardines”, apunta Celotto.

La secretaria general señala que el aumento del 270 % pactado luego de la masiva movilización del 23 de abril pasado solo está destinado al funcionamiento de las universidades pero que no incluye la cuestión salarial. “Se hicieron algunas reuniones (con el Gobierno), no son paritarias porque no se discute, simplemente nos plantean qué están dispuestos a dar o no”, asevera.

La última reunión se desarrolló con la ministra Pettovello la semana pasada, que si bien reconoció el déficit brutal del salario docente, informó que había “que esperar a que venga Caputo que está en el exterior”, dice Celotto.

Un básico de miseria

El salario básico docente universitario, sobre el cual se calculan los aumentos es equivalente profesor universitario a lo que se paga una media jornada de un maestro de grado. “Está a 269 mil pesos, que es prácticamente el mismo salario por el cual salió toda la docencia misionera al paro”, señala. La dirigente sindical manifiesta que, asimismo, se reclama una renta para los docentes ad honorem y una partida para las obras sociales de los educadores, que  “están absolutamente quebradas producto de los magros salarios que por lo tanto aportan”, expresa.

Un salario de pobreza

Desde el Laboratorio del Salario de la docencia universitaria, un equipo de trabajo interdisciplinario conformado por docentes universitarios de distintas universidades del país y afiliados a diferentes sindicatos,  difundieron los siguientes datos en relación al salario:

  • Numerosos cargos con dedicación exclusiva se encuentra por debajo de la línea de pobreza.
  • Durante los últimos ocho años, los acuerdos paritarios no han logrado recomponer el salario a los niveles de fines de 2015. La tendencia general en este período ha sido hacia la pérdida del poder adquisitivo de la docencia universitaria.
  • Si las previsiones inflacionarias se mantienen, sería necesario un aumento salarial del 49.1% sobre el salario de abril para mantener el poder adquisitivo al nivel de noviembre de 2023.
  • Se observa una consolidación de la depreciación acelerada del salario en los primeros dos meses del gobierno de Milei, el cual ya se encontraba en niveles históricamente bajos antes de esta última depreciación.
  • Para recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos 8 años y 6 meses (es decir, desde noviembre de 2015), se necesitaría una recomposición de casi el 100% sobre el salario de abril de 2024, lo que significa duplicar el salario actual de abril.
  • La pérdida salarial acumulada desde el 1 de diciembre de 2015 hasta el 31 mayo de 2024 equivaldría a casi 41.7 salarios actuales, de cumplirse la expectativa de inflación para mayo y con el incremento salarial aplicado unilateralmente por el gobierno.
  • La pérdida salarial acumulada desde el 1 de diciembre de 2023 hasta el 30 de abril de 2024 equivale a 1.8 salarios actuales, que se extenderían en mayo a 2.2 salarios actuales, de cumplirse las expectativas de inflación y con el incremento salarial ofrecido por el gobierno.

Jubilados en crisis

Celotto señala que si bien el Gobierno definió que todos los jubilados tendrán un aumento mensual, dicha movilidad –que tampoco es mucha- no alcanzó a jubiladas y jubilados de docencia universitaria y preuniversitaria, lo que es un golpe brutal. Por eso, también reclaman que se los incorpore en las movilidades. “Nuestros jubilados reciben aumentos cada tres meses, reclamamos que al igual que el resto de los jubilados sus haberes se ajusten mensualmente”, reclamó Celotto.

ADUBA no adhiere

Según publicó El Cronista, ADUBA definió esperar a la reunión con Pettovello pactada para este jueves, antes de plegarse a las medidas de fuerza. “Por este motivo los trabajadores y trabajadoras docentes de la UBA y otras universidades públicas, se encuentran realizando las actividades habituales», expresaron.

Este viernes se realizará un plenario de secretarios generales convocado por FEDUN, en la que tienen previsto evaluar la propuesta trabajada el día previo. De todas maneras, advirtieron que si la propuesta resulta insuficiente, “se convocará a un paro de 48 horas para la semana del 10 de junio junto a FATUN y otros sindicatos docentes”.