El gobierno de Rusia indicó este martes que el ingreso de Ucrania en la OTAN «sería potencialmente muy peligroso para la seguridad en Europa» y subrayó que «los que adoptan esta decisión deberían ser conscientes de ello», después de que el secretario general del organismo, Jens Stoltenberg, dijera que los aliados mandarán un mensaje «claro y positivo» a Kiev sobre esta adhesión en la cumbre que comenzó en Lituania.

«Hasta ahora sólo podemos constatar diferencias en las posturas de varios países miembro de la Alianza sobre este asunto. Veremos durante los próximos días que postura prevalece», manifestó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

El vocero señaló que Moscú «observará con atención» lo que ocurra hoy y mañana en la cumbre en Vilna, capital de Lituania, para «tomar medidas destinadas a garantizar nuestra propia seguridad».

Peskov señaló que la cumbre de la OTAN «tiene una orientación antirrusa», y agregó que la Alianza Atlántica considera a Rusia «como un enemigo y un rival», de acuerdo a declaraciones reproducidas por la agencia de noticias Sputnik.

El propio portavoz aseveró ayer que la entrada de Kiev en la OTAN supondría un «peligro absoluto» para Rusia y alertó de que tendría «unas consecuencias muy, muy negativas» para la estructura de seguridad en el continente europeo.

En esta línea, recalcó que «requeriría una reacción bastante firme y comprensible» por parte de Moscú, en medio de la invasión a larga escala sobre Ucrania, lanzada en febrero de 2022 por orden del presidente ruso, Vladimir Putin.

Estados Unidos anticipó que la OTAN definirá en Lituania un «camino» para el ingreso de Ucrania, aunque sin fijar un calendario preciso para ello.

Esto fue criticado por el mandatario de Ucrania, Volodimir Zelenski, que apuntó contra «incertidumbre» y la «debilidad» de la alianza militar con relación a la adhesión de su país.

Los ejes de la cumbre de la OTAN

La OTAN abrió este martes una esperada cumbre en Lituania con grandes expectativas luego de que Turquía se mostrara dispuesta a aceptar el ingreso de Suecia tras meses de objeciones, en una muestra de unidad frente a la invasión rusa a Ucrania.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró ayer que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, les prometió a él y al primer ministro sueco que enviará «lo más pronto posible» al Parlamento turco el Protocolo de Adhesión de Suecia para que sea votado.

El anuncio disipó tensiones que amenazaban con empeñar la cumbre de dos días en Vilna, la capital de Lituania, y el acuerdo, fruto de intensas negociaciones, deja la puerta abierta a una expansión de la alianza en el norte de Europa.

El presidente estadounidense, Joe Biden, cuyo país lidera la OTAN, celebró ayer el anuncio de Stoltenberg, y su asesor de seguridad nacional resaltó hoy la unidad de la alianza, que es la organización militar más grande del mundo.

«Los rumores de la muerte de la unidad de la OTAN estaban enormemente exagerados», dijo el asesor presidencial Jake Sullivan a periodistas en Vilna.

Como parte del acuerdo, Stoltenberg dijo que Erdogan prometió acelerar el tratamiento parlamentario de la ley de adhesión de Suecia a la OTAN. Se espera que el primer ministro húngaro, Viktor Orban, otro que se resistía, asuma el mismo compromiso.

Erdogan no hizo comentarios desde el anuncio del secretario general de la OTAN.

Biden tiene previsto reunirse con el presidente turco esta noche, y no estaba claro cómo se resolverán exigencias que ha hecho para destrabar el ingreso de Suecia a la OTAN, que debe ser aprobado por los 31 países de la alianza.

Más allá de la discusión sobre Ucrania, los mandatarios de la OTAN deberán definir y adoptar un nuevo plan estratégico regional para proteger el bloque de un potencial ataque, y discutir sobre los controvertidos niveles de gasto de defensa.

La idea de la OTAN es transformar en un objetivo mayor la meta de que cada país miembro invierta en defensa el 2% de su PIB, y hacer que invierta «por lo menos» ese 2%.