Fue casi inevitable: Daniel Ruggiero, bandoneonista, compositor y director fue parte del homenaje realizado a Astor Piazzolla en el Centro Cultural Kirchner durante el año de su centenario, en 2021, y al trabajar con las transcripciones y desgrabaciones del material, descubrió una faceta muy interesante para entender al Piazzolla que comenzaba a dirigir sus proyectos, demostrando una gran capacidad de escribir con el lenguaje de las orquestas típicas (que había aprendido en la de Troilo), siempre dejando su impronta. Inmediatamente decidió que había que tener un registro de este costado tan atractivo: el de Piazzolla arreglador. Eso le encantó. Por eso, por estos días Ruggiero presenta su cuarto disco solista: Piazzolla para orquesta típica.

El álbum tendrá su presentación en vivo el sábado 21 de septiembre a las 21 horas en el CAFF, Sánchez de Bustamante al 772, para el cierre del Festival de Bandoneón Osvaldo Ruggiero, ciclo que él mismo organiza junto su hermano Adrián, para homenajear a su padre, el mítico fueye mayor de Pugliese y el Sexteto Tango.

El álbum estará disponible en las plataformas digitales a partir del viernes 30 de agosto. Allí se pueden oír obras de Piazzolla y su famosa Orquesta del 46, además de arreglos que el célebre marplatense realizó para la orquesta de Aníbal Troilo, así como para la orquesta de Francini/Pontier. “Son joyas no tan conocidas que valen la pena traerlas al presente”, admite Ruggiero.

-¿Cómo decidiste hacer un disco en base al homenaje a Piazzolla que presentaste hace algunos años?

-Estábamos todavía en pandemia o saliendo de la etapa más dura. Al hacer ese trabajo de  recopilación para homenajearlo  no solo note que la música de esa época es alucinante, sino que descubrí cómo se empieza notar y a demostrar la genialidad que termina de explotar en los años ‘60, alcanzando la popularidad y la masividad. Encontré una interesante manera de escribir y las concepciones de los arreglos bailables, un costado no tan conocido de Piazzolla. Pero había preponderancia de ese tipo de sonidos en el periodo estudiado. Entonces pensé: esto tiene que ser un disco. Es espectacular.

Daniel Ruggiero.

-¿Cuánto te llevó hacerlo y cómo fue la elección de los temas? Son bastante variados entre sí y en su búsqueda sonora. No debe haber sido fácil, tratándose de tamaña figura.

-Tal cual. Después del CCK, a la semana nos metimos en el estudio y ya lo grabamos. Fuimos posponiendo el lanzamiento porque estuve abocado a hacer el homenaje a mi padre y otros proyectos. Como todos los músicos, siempre estoy con diferentes asuntos al mismo tiempo. Pero acá estamos. Lo sacamos. Vale la espera, supongo. Buscamos transmitir una mirada profunda sobre el Piazzolla arreglador y bailable. Lo que intente es justamente buscar distintas paletas, costados desconocidos o no tan recorridos de Astor. Para distintas orquestas y para diferentes grupos, siempre hay arreglos únicos. Se nota un gran conocimiento de los estilos: no era lo mismo lo que hizo para Francini/Pontier que lo que hizo para Troilo o lo de la orquesta del ‘46. Si bien camaleónicamente se podía adaptar a lo que necesitaba cada estilo, también todos los temas tienen algo de él: siempre se nota que Piazzolla estuvo detrás de esa canción. Eso me parece fascinante y en el disco queda claro. Podía ser un arreglador muy profesional, pero traficando mercancía propia, digamos. Había un toque personal en todo lo que hacía y eso me pareció interesante. Por ahí lo pensé.

-¿Sacar un disco en esta época es casi un milagro?

-Está contraindicado, como sandía con vino (risas). Pero la verdad que creo que es lo que hay que hacer, al contrario de lo que parece. Hay que intentar siempre algo más. Es momento de buscar la expansión, hay que animarse. La primera barrera es la resistencia y luego ya hay que pasar a la acción, mostrando lo que sabemos hacer, lo que nos gusta, mostrando lo propio y lo de grandes representantes de nuestra cultura como mi viejo o Piazzolla.

Tapa del flamante álbum.

-¿Es ese el espíritu del Festival?

-Sin dudas. Las ganas de participar son enormes. Nadie me dijo que no. No hay más gente porque no puedo manejar más eventos, pero hay ganas y eso, ese fuego, nadie lo puede apagar. Es un laburazo organizarlo, pero con alegría. En esta edición va a haber actividades virtuales, subidas desde el 18 de septiembre al canal de YouTube de Fábrica Argentina de Tango, con acceso gratuito, desde donde se va a poder acceder a tutoriales y obras y arreglos originales de músicos radicados en el exterior, como Martin Sued, Omar Massa; extranjeros, como Bandoneonas de Uruguay; o Claudio Constantini, desde Madrid, con una obra de J.S. Bach adaptada para bandoneón, o un muy útil tutorial realizado por los chicos de Taller Bilbao, entre muchas otras. Es por eso que decidimos junto a mi hermano Adrián y apoyados en la Asociación Civil Fábrica Argentina de Tango (FAT) que hemos fundado, realizar este festival por segunda vez, no sólo para dar conciertos, sino como digo siempre: dando a conocer proyectos que están muy buenos y que no son difundidos, pidiendo a los referentes del instrumento que den su aporte. También se incluirán talleres para arreglarlos o restaurarlos y compartir partituras entre todos y todas los que nos interesa el tema.

-¿Qué esperas que suceda?

-Nosotros lo que queremos es mostrar que es lo que pasa con el bandoneón, un repaso para que la gente se entere y unirnos para ver que somos muchos. Es una forma de vincularnos. Es hacer comunidad. Hay grupos nuevos, bandoneones que apoyan a orquestas sinfónicas o hacen cosas solos, o hay dúos, tríos. O un grupo de tres chicas con dos bandoneones y un saxo que están buenísimos; bueno la idea es darle un espacio y que la gente se interese. Intentamos eso. Lo que destaco es el homenaje a Julio Pane y que toca Pablo Jaurena, que es una manera de demostrar que algunos se van y otros llegan, pero el bandoneón sigue vivo. Eso me entusiasma. Me gusta que participen, y ver todo lo que hay de valioso que hay artísticamente en este instrumento tan nuestro. El bandoneón es parte de nuestra vida. Yo no viví lo que mi viejo hizo con Pugliese, pero si me enseñó que hay que hacer y hacer, y en eso estamos. El legado de los grandes creadores es lo que nos mantiene vivos: y tenemos que seguir ese camino, esa es nuestra tarea.

Ruggiero en vivo.

-¿Hay futuro?

-Claro, hay muchas cosas por hacer, hay talentos, hay ganas… Veo que pasan cosas, hay grupos, búsquedas, hay canciones nuevas.  Pero bueno, si no hay laburo, se va a complicar. La potencialidad se acaba si se cierran las puertas laborales. En un futuro no tan lejano se puede apagar el entusiasmo si no se da la chance de explotar el talento que hay. No está bueno, como en cualquier rubro, que todo lo que se haga sea para ir a mostrar afuera. Pero es verdad que no queda otra a veces, si los circuitos son en Europa o en Japón o donde sea que hay recursos… Pero bueno hay que tener esperanza.



2º Festival de bandoneón Osvaldo Ruggiero

Del 18 al 21 de Septiembre, organizado por la Asociación Civil Fábrica Argentina de Tango.

PROGRAMACIÓN completa:

-MIÉRCOLES 18 DE SEPTIEMBRE:

En https://www.youtube.com/@tango.fabrica habrá actividades virtuales, con presencias de Omar Massa, Claudio Constantini, Martin Sued, Bruno Ludueña, Carmela Delgado, Darío Polonara, Federico Biraben, Sebastián Jarupkin, Bilbao Bandoneones  y Baltazar Estol (luthier), entre otros.

-JUEVES 19 DE SEPTIEMBRE:

Presentación del libro «Una arqueología del bandoneón», de Gabriel Merlino, quien tocará junto a Julio Coviello. A las 21 en La tierra invisible, Del Barco Centenera 1099.

-VIERNES 20 DE SEPTIEMBRE:

Homenaje a Julio Pane. Gabriel Soria, presidente de la Academia Nacional del Tango, será el anfitrión de una charla dedicada a la figura del mítico bandoneonista recientemente fallecido. Junto a Yoyo Pane y Mariano Cigna. Luego, Tangology (el bandoneonista Adrián Ruggiero, Dante Picca en el piano, Andrés Jorge en el saxo barítono, Gonzalo Aldas en el contrabajo junto al baterista Juan Corrao) presenta su primer disco, Potrero. A las 19, gratis. En Academia Nacional del Tango, Av. de Mayo 833

-SÁBADO 21 DE SEPTIEMBRE:

Pablo Jaurena y Daniel Ruggiero. El primero se presenta por primera vez en Buenos Aires, con Retrato del aire, su disco de bandoneón solo nominado al Grammy Latino en 2023. El segundo presenta Piazzolla para orquesta típica. A las 21 en el Club Atlético Fernández Fierro (CAFF), Sánchez de Bustamante 772.