La presencia de Karina Milei coronó un día memorable para el gobierno libertario. La hermana del presidente y secretaria general de la Presidencia arribó al recinto cuando todo indicaba que el oficialismo obtendría no solo la ley en general sino la aprobación de todos los capítulos con una mayoría cómoda. La “jefa” se sentó junto a Guillermo Francos, quien ocupaba el palco del primer piso acompañado por el director de YPF y vicejefe de gabinete José Rolandi.
La presencia de Rolandi fue visibilizada por el jefe de la bancada de Unión por la Patria, Germán Marínez, a quien saludó adrede al punto que fue tomado por las cámaras de la transmisión oficial de Diputados, y acto seguido acotó: “No vamos a decir que se aumentó el sueldo por 5, setenta palitos», en alusión al escandaloso aumento que se otorgó el directorio de la empresa petrolera estatal mientras el gobierno ajusta a trabajadores con el lema “No hay plata”.
No fue el único episodio disruptivo que se produjo en el recinto, más allá del calor del debate. El diputado de Unión por la Patria, Rodolfo Tailhade, criticó las características del blanqueo propuesto por la iniciativa libertaria y tras advertir que le abría la puerta al lavado de dinero del narcotráfico advirtió: «No es novedad que haya anomalías, tenemos el antecedente de la primera ley pasta base», un concepto que rápidamente entró en tendencia en las redes sociales.
Otra sorpresa fue el rol que jugó la diputada mileista Marcela Pagano. Ausente durante todo el debate a raíz del problema de salud que padeció cuando fue desplazada por su propio bloque de la presidencia de la comisión de Juicio Político, la periodista apareció en el hemiciclo en el justo momento de la votación. Las críticas no tardaron en llegar y Pagano respondió con un posteo de X: “A la gilada (y a las pavas) ni cabida. Por lo único que interrumpí la licencia es para apoyar a mi presidente @JMilei. que necesita esta ley como punto de partida para llevar adelante la modernización de nuestra Nación. Gracias por los mensajitos lindos y gracias por el respeto (lo hago en nombre de mi familia) a la privacidad de mi salud estoy mejor, es un proceso lento y requiere paciencia. Gracias”, escribió.
La mención a Videla
La votación en particular generó fuertes cruces con el presidente del cuerpo, Marín Menem, quien buscó asegurar una rápida votación e interrumpió en el uso de la palabra a las bancadas que buscaban argumentar su voto en contrario. El freno lo puso Myriam Bregman: «Van a tener que traer la seguridad porque no me voy a callar», le dijo a Menem, y logró imponer el uso de la palabra: «Están volviendo a las normas de la dictadura. ¿Saben quién ideó esto? Videla. Ustedes llegaron hablando de la casta y esto es la base de una nueva casta».