Una semana después de los graves incidentes producidos durante una manifestación de los empleados de la imprenta Madygraf (ex Donnelly), que derivó en la detención y posterior procesamiento de los fotógrafos Bernardino Ávila, de Página 12, y Juan Pablo Barrientos, de la revista Cítrica, el mismísimo Horacio Rodríguez Larreta justificó el accionar de la Policía de la Ciudad, al afirmar que fueron los reporteros gráficos quienes iniciaron la agresión a miembros de la fuerza de seguridad.
En una entrevista concedida al portal Infobae, Rodríguez Larreta declaró que Ávila “le pegó con la cámara al policía, esas imágenes también están” (sic). Sin abundar y sin ser repreguntado al respecto, el Jefe de Gobierno niega que haya habido un cambio en su política de seguridad, motivado por el reclamo de su electorado duro. “Desde siempre nuestra actitud es que no permitimos que la gente venga con palos o cara tapada a una manifestación, no permitimos que se agreda a la policía. Eso no ha cambiado, es hacer cumplir la ley, no es un tema de actitud mía, no es una decisión política, la ley hay que cumplirla y punto”.
Los fotógrafos detenidos durante el Cuadernazo de los trabajadores de Madygraf, fueron alojados en la comisaria 52 y luego trasladados a la fiscalía ubicada en la sede de la Comuna 14, donde finalmente recuperaron su libertad varias horas después, aunque siguen imputados bajo la acusación de agresión y resistencia a la autoridad.
A las pocas horas de las polémicas declaraciones de Larreta, la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) hizo pública una dura respuesta, en la que cuestiona al Jefe de Gobierno por «mirar sólo las imágenes que más le convienen a su policía» y advierte que «lo que más nos preocupa es que (la detención de los fotógrafos) no ha sido un hecho aislado. Y la cerrada defensa del Jefe de Gobierno al mal accionar policial sólo nos augura su repetición». El documento de la organización finaliza expresando que «la Policía de la Ciudad no solo no respeta la libertad de informar y de prensa, sino que ha tomado a los trabajadores de prensa como objeto directo de su violencia».
lo que más nos preocupa es que no ha sido un hecho aislado. Y la
cerrada defensa del Jefe de Gobierno al mal accionar policial solo nos augura su repetición.
mirar sólo las imágenes que
más le convienen a su policía
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