El 10 de enero se conmemora el Día de las Mujeres Migrantes en memoria de Marcelina Meneses y su hijo Joshua Torres quienes esta misma fecha, pero de 2001 fueron arrojados de un tren en movimiento, luego de ser insultadxs y matratadxs por su condición de migrantes.

Marcelina y su hijo de apenas 10 meses, subieron al tren de la ex línea Roca en la estación de Ezpeleta, en el sur del Conurbano bonaerense. Iban al Hospital Finochietto de Avellaneda, donde tenían un turno médico. Marcelina cargaba a Joshua en sus espaldas con un aguayo, la tela multicolor con la que las mujeres hacen upa y trabajan. Al subir, ningún pasajerx le dio el asiento, pese a llevar a un niño y varias bolsas en sus manos. Cuando quiso acercarse a las puertas para bajar, rozó a un hombre y se desató la violencia. Le gritaron “boliviana de mierda fíjate por donde caminas”. “Estos bolivianos vienen a sacarnos el trabajo” y “volvé a tu país”, y la empujaron.

Luego de algunos gritos, recuperados gracias al único pasajero que se presentó como testigo, el tren se detuvo. Los cuerpos de Marcelina y su bebé estaban entre los pastizales y las vías. Joshua murió en el acto y Marcelina algunos minutos después. La causa se cerró hace unos años y sus muertes continúan impunes.

Marcelina Meneses y su hijito Joshua.

La familia de Marcelina fue fundamental en los pedidos de justicia. Pegaron afiches, siguieron la causa, sumaron apoyos de otras comunidades y, sobre todo, pusieron sobre la mesa una preocupación silenciada: la de perder la vida por solo ser de otra nacionalidad.

Reyna Torres es cuñada de Marcelina y tía de Joshua. Con su hermano Froilán impulsaron los pedidos de justicia. Desde el 2019 es directora de Migrantes del Municipio de Quilmes. Ella junto a sus compañerxs del Centro Integral de la Mujer Marcelina Meneses, le contó a la intendenta Mayra Mendoza las preocupaciones y necesidades de lxs vecinos migrantes. En su oficina, que lleva una placa con el nombre de Marcelina y Joshua y mientras atiende con paciencia las consultas que van desde la regularización de documentación hasta asistencia por situaciones de violencia de género, recibió a Tiempo Argentino para recuperar estas dos décadas en las que, en medio del dolor y la injusticia, ella misma pudo tener el valor y decisión de defender su identidad.

-¿Cuál era el contexto en el que sucede el homicidio de Marcelina?

-En 2001 todavía no había una ley de migrantes nueva. Estaba la antigua, la Ley Videla como la llamábamos porque fue creada por la dictadura. Era una ley discriminatoria y expulsiva. En ese entonces no había organizaciones de migrantes, todos teníamos miedo a la expulsión. Antes de lo que pasó con Marcelina, ya pasaban muchas otras cosas, pero nadie sabía qué hacer porque el miedo nos silenciaba: casos como el de ella, detenciones de la policía con causas inventadas y ni hablar de la trata laboral que era moneda corriente. A raíz de ese hecho formamos el Movimiento Boliviano por los Derechos Humanos, que fue la primera organización de defensa de los derechos humanos migrantes. El caso fue la gota que rebalsó el vaso y todo ese trabajo colectivo de distintas expresiones migrantes impulsó también en 2003 la nueva ley de migraciones, bajo el gobierno de Néstor Kirchner.

-¿Cómo fue el proceso de creación del Centro Integral de la Mujer Marcelina Meneses?

-Cuando pasó lo de Marcelina conocimos mucha gente de organizaciones y sobre todo muchas mujeres formadas en derechos humanos de los migrantes y particularmente de las mujeres migrantes. Con ellas creamos distintas organizaciones, pero todas en Capital pese a que yo vivía en Ezpeleta. Hasta que empecé a militar más y a formarme. En 2012 formamos el Centro Marcelina en la casa donde vivía Marcelina con mi hermano y sus hijos, en Ezpeleta. Nos impulsó el relevamiento que hicimos en la provincia, sobre todo en la zona sur donde no había organizaciones de migrantes. Todo estaba en Capital Federal y vimos la necesidad de que haya un lugar donde la gente migrante se acerque sin miedo. La mayoría somos mujeres, siempre fuimos mujeres. Eso también fue importante porque siempre las organizaciones eran hombres

-¿Cómo llegaste a esta idea de que lo que sucedió con Marcelina tuvo que ver con su condición de migrante y de mujer?

-Cuando pasó lo de Marcelina y mi sobrino yo trabajaba en una fábrica y sólo salía para ir ahí. Siempre estaba en mi casa. Cuando empezamos las movilizaciones, comencé a conocer gente, sobre todo otras mujeres que me invitaron a talleres y charlas y así también pude ver la violencia de género que yo misma sufría. Pude decir basta, me separé y eso me sirvió también a mí, porque vivía con alguien que me decía “inútil, ¿Para qué te va a servir el estudio?”. Después de lograr cortar con esas violencias pude terminar mi secundario. Me recibí en la Universidad Nacional de Quilmes en la Tecnicatura en Economía Social y Solidaria. La militancia y la formación me hicieron ver muchas injusticias que nos atraviesan a las migrantes.

El discurso de odio que se profundizó, ¿modificó acciones en el trato hacia las personas migrantes?

-Notamos básicamente que vuelve a haber miedo. Lo vemos en nuestra Dirección en el municipio, donde viene la gente con miedo, diciendo que se quieren nacionalizar. No quieren ser migrantes porque les da miedo tener problemas por eso. O tienen miedo de que le saquen la jubilación, que es un derecho que se ganó en el reconocimiento laboral de las personas migrantes y sin trabajo formal. O sea, están todos con miedo. Eso es lo que estamos viviendo. «

Homenaje

En 2012 la Red Nacional de Migrantes y Refugiados en Argentina y distintos actores sociales y políticos presentaron junto a la legisladora porteña María Rachid en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires un proyecto de ley como homenaje a Marcelina Meneses y a todas las mujeres migrantes que sufren violencia y discriminación.

Nuestros derechos

En conmemoración por el Día de las Mujeres Migrantes, el Municipio de Quilmes realizará el Encuentro «Nuestras voces, nuestros derechos» que tendrá lugar el próximo miércoles 10 de enero a las 18 en la Casa de las Culturas, en homenaje a Marcelina Meneses y su hijo Alejandro Joshua Torres.

La actividad contará con un panel de especialistas en género y migraciones, conversatorio con mujeres referentes de la comunidad local y una entrega de diplomas a personalidades destacadas en la lucha por los derechos de las migrantes.

Por otro lado, como iniciativa de concejalas del bloque oficialista, se encuentra en tratamiento en el Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza que promulgue el Día de las Mujeres Migrantes a nivel distrital.