En medio de actividades de resistencia de los trabajadores del Inadi para visibilizar y evitar que se cierren las delegaciones del interior del país a menos que encuentren un lugar gratuito para funcionar, tres delegados fueron retenidos contra su voluntad por policías de la Metropolitana y funcionarios de la Dirección.
El hecho se produjo el viernes en la sede central del organismo en San José y Av. de Mayo mientras los trabajadores realizaban una radio abierta. Los tres delegados fueron retenidos aproximadamente una hora. Tiempo Argentino dialogó con Nadia Fadic, delegada del INADI-ATE, quien denunció que la persecución política viene de tiempo atrás, con aprietes concretos a compañeros que se afiliaban a ATE e incluso con descuentos arbitrarios a trabajadores que tienen algún tipo de militancia interna.
La detención ilegal de los delegados (el pro-secretario gremial Rubén López, el delegado de la Junta Interna del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Ángel Gómez, y la delegada Constanza Rataric) se dio junto con un asueto de 72 horas por el cual dejan de funcionar incluso las líneas de emergencia que se mantienen activas los fines de semana. La excusa que blandió la dirección acerca de la falta de electricidad se cayó ya que en las oficinas había luz, y los funcionarios utilizaban las computadoras.
El telón de fondo de estas medidas es la intención de la intervención de Javier Buján, hombre cercano a Daniel Angelici, de cerrar las delegaciones del interior a menos que encuentren un lugar gratuito para realizar su trabajo, argumentando que la medida se debe tomar por ajuste del presupuesto. Nadia Fadic da por tierra este argumento informando que los alquileres de esas oficinas representan apenas el 0,03% del presupuesto anual del Inadi y que, por lo tanto, el objetivo no es el gasto sino achicar el organismo. A esto se suma que la mayor cantidad de despedidos del organismo desde la asunción del gobierno de Cambiemos se dio en las provincias. Y de cerrarse estas delegaciones, además de clausurar el trabajo que se viene realizando, implica el despido de más de cien trabajadores más.
Si bien la a partir de la denuncia de esta situación en el programa Animales Sueltos, algún directivo del Inadi salió a desmentir la información, el mail de la Dirección a las delegaciones continúa vigente. Frente a este argumento destaca la incorporación de funcionarios de jerarquía en el organismo, cuya designación se validó en el Boletín Oficial. Los propios trabajadores nunca los han visto en el organismo pero sí les consta que cobran un sueldo que a asciende hasta el momento a 1,3 millones de pesos.
En relación con el funcionamiento del organismo nacional contra la discriminación, Fadic relata que a nivel general el Inadi viene reproduciendo folletería que ya estaba hecha. Al mismo tiempo que la participación del instituto en talleres, capacitaciones a organizaciones de la sociedad civil o escuelas se han reducido al mínimo, y las articulaciones con otros organismos del Estado se han limitado. La realidad es que se está armando un organismo en función de la publicidad y no de desarrollo de políticas públicas concretas.