La reciente sentencia condenatoria a Luis Alberto Ramos por el crimen de Tehuel de la Torre dejó sensaciones encontradas en la sociedad argentina; especialmente, en la comunidad LGBTQ+. Ramos, quien fue hallado culpable de homicidio agravado por odio a la identidad de género, recibió la pena máxima de prisión perpetua. Sin embargo, a más de dos años de la desaparición de Tehuel, su cuerpo sigue sin aparecer, lo que mantiene vivo el dolor y la frustración de familiares y de la comunidad, que exigen justicia.

Norma Nahuelcura, madre de Tehuel, agradeció a quienes acompañaron a la familia en su búsqueda de justicia. También dejó en claro que la lucha no termina aquí. «Queremos que se condene al otro responsable y que se siga buscando a Tehuel, para que descanse en paz. Que nunca más haya otros Tehueles, que nunca más haya violencia hacia las personas trans», declaró Norma, haciendo un llamado a la acción para evitar que más personas trans sufran la misma violencia.

Por su parte, Andrés de la Torre, padre de Tehuel, expresó su conformidad con la condena dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal número 2 de La Plata, pero subrayó que el hecho de no saber el paradero de su hijo es un «fracaso» en la búsqueda de justicia. En declaraciones a la agencia Noticias Argentinas, Andrés remarcó: «Es un fracaso porque me interesa saber dónde está, más que otra cosa«. Sus palabras reflejan el profundo dolor de una familia que, más allá de la condena, sigue esperando respuestas sobre lo ocurrido con su ser querido.

Las voces del activismo y la sociedad sobre el caso Tehuel

El caso Tehuel resonó fuertemente en el activismo transexual y en las organizaciones de derechos humanos en Argentina. Diversas entidades manifestaron que este caso ejemplifica el odio y la discriminación que enfrentan las personas trans en el país y en el mundo. Insisten en que se debe continuar la búsqueda de Tehuel para obtener justicia plena.

Florencia Guimaraes, una activista transexual de la organización Furia Trava, destacó que este es el primer juicio en Argentina donde se menciona explícitamente el término «transhomicidio«, lo que marca un precedente en la visibilización de las violencias que atraviesan las transmasculinidades. Según Guimaraes, el juicio es un triunfo político, conseguido gracias a la presión del activismo, en un contexto donde la agenda de Derechos Humanos enfrenta retrocesos.

Desde las redes sociales y plataformas mediáticas, el apoyo a la causa de Tehuel fue significativo. La Agencia Presentes, un medio digital que se enfoca en temas LGBTQ+, fue un pilar en la difusión de información y en la presión para que se continúe la búsqueda de Tehuel. A través de su cuenta de «X» y su portal, Presentes documentó cada etapa del juicio y amplifico las voces de activistas y familiares, manteniendo el caso en la agenda pública.

También Amnistía Internacional Argentina se refirió al respecto. «AI no admite bajo ningún punto de vista dichos transodiantes, homodiantes ni expresiones de odio de ningún tipo. Bloquearemos a los usuarios que comenten con el único fin de deshumanizar e incentivar la violencia contra grupos específicos por el odio a su identidad».

Desde Mocha Celis, «es una decisión histórica ya que por primera vez la justicia reconoce las violencias por razones de género hacia las masculinidades trans y sienta un precedente significativo para la prevención y abordaje de la violencia por prejuicio hacia las personas travestis y trans».

También la diputada Mónica Macha se refirió a la condena como «un acto de justicia reparador y transfeminista».