Hasta no hace tanto, Theresa May y Donald Trump estaban en el mismo equipo y aparecían como grandes amigos. Los unió no tanto el amor como el Brexit: que el Reino Unido se vaya de la Unión Europea le conviene estratégicamente a EEUU. A la corona británica tener un fogón donde arrimarse cuando hace frío, también le interesa porque, después de todo, Washington y Londres integran un gran imperio anglosajón que, entienden en ambas orillas del océano, todavía tiene mucha tela para cortar. Pero repentinamente, y cuando al fracaso en negociar un divorcio en buenos términos del continente se llevó puesto al gobierno de la conservadora, saltaron los chispazos entre Donald y Theresa. Y todo por una incómodas filtraciones sobre intercambios entre la jefa de gobierno y el embajador británico ante la Casa Blanca que no dejan bien parado al impetuoso empresario estadounidense.

La bomba estalló cuando el Daily Mail publicó una filtración de documentos oficiales en los que el embajador Kim Darroch califica a Trump de inepto, inseguro e incompetente.Dijo más el dfiplomático, en textos que datan de 2017. Como que «las historias sobre las luchas internas en la Casa Blanca, a nuestro juicio, son en su mayoría ciertas: múltiples fuentes las han confirmado a través de nuestros propios contactos en la Casa Blanca. Es un ambiente excepcionalmente disfuncional. No creo que esta Administración llegue a parecer nunca competente».

Lo que piensa Darroch de la administración Trump y del propio mandatario no tiene desperdicio. Aconseja, por ejemplo, a los funcionarios de Foreign Office que adulen a Trump, teniendo en cuenta que lo ve muy inseguro y a la vez vanidoso. «Para un hombre que ha llegado a ocupar el cargo más importante del planeta, el presidente Trump irradia inseguridad», destaca.

La respuesta de Trump no se hizo esperar y fue, como suele acontecer, virulenta.

«No conozco al embajador, pero no nos gusta ni es respetado dentro de Estados Unidos. No trataremos nunca más con él», afirmó en su cuenta de Twitter. Luego agregó que Darroch «no ha servido bien a Reino Unido. Puedo asegurarlo. No ha servido bien al Gobierno británico. No somos grandes fans de ese hombre. Podría decir cosas sobre él pero no voy ni a molestarme», lo ninguneó.

La renunciante primera ministra dijo lamentar la filtración pero reiteró su confianza en el diplomático y señaló que Darroch «dio una opinión honesta y sin adornos» sobre la gestión presidencial. «Se han mantenido contactos con la Administración Trump para fijar nuestra visión de que consideramos inaceptable la filtración. Esto es, desde luego, algo que lamentamos», insistió la oficina de prensa de la dirigente tory. Trump consideró que el apoyo a Darroch era «una estupidez». 

El ministro de Comercio, Liam Fox, pidió que la filtración sea juzgada y alertó sobre «daño potencial» a las relaciones bilaterales en un momento clave de la historia política británica. «Me disculparé por el hecho de que nuestro servicio civil o elementos de nuestra clase política no hayan cumplido las expectativas que nosotros tenemos o Estados Unidos tiene sobre su comportamiento, que en este caso particular ha fallado de la forma más inaceptable y más extraordinaria», recalcó.

Finalmente este miércoles, la cancillería británica emitió un comunicado en el que  dice que «Sir Kim Darroch ha decidido renunciar como embajador británico en Estados Unidos».

El incidente le vino bien a Trump para cuestionar la forma en que May manejó el proceso de separación de Bruselas. «Vaya lío han creado ella y sus representantes. Le dije qué debía hacer, pero decidió ir por el otro camino», replicó. «La buena noticia para el maravilloso Reino Unido es que pronto tendrán un nuevo primer ministro».

Ya que estaba, Trump aprovechó para denigrar a May al recordar si reciente visita a Gran Bretaña. «Disfruté concienzudamente de ese viaje «pero fue la reina quien más me impresionó». Esa vez, en junio pasado, tuvo un fuerte cruce con el alcalde de Londres, Sadiq Khan, al que calificó de ”desagradable” y de “ helado perdedor”.

Antes del 21 de julio se sabrá quién es el reemplazo de la dirigente conservadora. El particular sistema político británico permite que ante la falta de apoyo al jefe de gobierno, sean los afiliados del propio partido ganador del comicio el que elija a su sucesor. El que más cerca está de mudarse al 10 de Downing Street es Boris Johnson, el más parecido a Trump de los políticos del Reino Unido. No solo en gestos y actitudes sino físicamente. Si se confirma su elección habrá mucho para escribir de este dúo.