El gobierno nacional quiere reflotar el debate del proyecto de ley que pretende gravar la renta inesperada que concentran alrededor de 350 empresas por el aumento de las mterias primas que provocó la guerra en Ucrania. La iniciativa fue presentada en junio, pero no logró vencer las disidencias que tienen los distintos bloques parlamentarios en el Congreso.
Antes de subir al avión e irse al G20 en Indonesia, el presidente Alberto Fernández firmó un decreto para extender el trabajo de sesiones ordinarias en el Parlamento y mencionó a esta iniciativa como fundamental. Sin embargo, por lo que pudo averiguar Tiempo, por el momento no hay miras de que se trate. Sólo se pueden escuchar las distintas opiniones de los legisladores respecto a esta renta inesperada, que según los números del Ejecutuvo concentran sólo en empresas y alcanzaría al 1% de las compañías que operan en el país.
“Los que producen alimentos se duplicaron los precios producto de la guerra por una situación inesperada. Lo que nosotros llamamos renta inesperada, otros países lo llaman de otra manera, y creo que es de pura justicia. No tengo claro que realmente tengamos el número en Diputados para poder aprobarlo”, señaló el oficialista Daniel Arroyo.
En declaraciones a la prensa, explicó que “se está hablando de una alícuota especial. Creo que cuando la oposición dice que está agotado el tema impuestos tiene razón, pero la verdad esto es muy excepcional y para un grupo específico”.
Desde el radicalismo, la entrerriana Gabriela Lena opinó en Diputados TV: “Hablamos de renta, pero no de los costos inesperados. Hay que poner todo en la balanza y no hacer de esto una cuestión ideológica”. La postura de Lena es la que tienen la mayoría de los integrantes del interbloque Juntos por el Cambio.
Lo cierto es que el oficialismo necesita de las voluntades de los legisladores del Interbloque Federal, del Interbloque Provincias Unidas y del Frente de Izquierda, para poder sacar el proyecto, ya que no contará con el apoyo de Juntos por el Cambio ni de la extrema derecha, que calificaron la iniciativa de “aberrante” o de un impuesto que “es una estupidez”.
La propuesta redactada por el exministro de Economía Martín Guzmán sostiene “Deberán pagarlo empresas con ganancia neta Imponible o ganancia contable superior a $1.000 millones y cuya ganancia neta imponible haya crecido en términos reales y que cumplan con una de estas condiciones: margen de ganancia (ganancia contable sobre sus ingresos) en 2022 superior al 10%; y aumento del margen de ganancia en 2022 en relación al 2021 de al menos 20%”.
La alícuota será de 15% y se aplicará a la renta inesperada (ganancia neta imponible mayor en términos reales a la del 2021) obre el ejercicio fiscal 2022 y se pagará en 2023.
Por ahora, en el bloque que conduce Germán Martínez (FdT) no se han realizado reuniones para discutir el impuesto ni negociaciones con la oposición para aggiornar el texto presentado en su momento Guzmán.