En las últimas horas, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, presentó los lineamientos del plan BA Aprende, una “nueva estrategia pedagógica” para mejorar los aprendizajes en Lengua, Matemática y Educación Digital en las escuelas porteñas.

El Ejecutivo local asegura que este plan educativo es intensivo a cuatro años, “con metas claras y medibles a los primeros dos, para lograr un cambio profundo en la enseñanza y el aprendizaje en las escuelas primarias y secundarias de la Ciudad. Es una estrategia de planeamiento sobre la base de la evidencia  y pone el foco en asignaturas como Lengua, Matemática y Educación Digital”.

Tras la presentación oficial de este programa las críticas no tardaron en llegar. Tanto legisladores como integrantes de la comunidad educativa, manifestaron su descontento y subrayaron varias falencias de este sitema educativo al que el GCBA rotula como algo novedoso.

Foto: Carlos Greco / GCBA

“Dos cosas desde mi punto de vista. El Plan hace eje en Matemática y Lengua, y deja en un lugar periférico a las ciencias sociales, naturales y las materias curriculares sobre todo las artes.  Como si ir a la escuela fuera aprender a sumar, restar  y leer de corrido”, lanza Matías Barroetaveña, diputado porteño de Unión por la Patria.

Ciertamente, la reforma educativa del PRO considera como “aprendizajes fundacionales”, sólo a Lengua y Matemática y al resto de las materias las mantiene al margen de la discusión. Desde el Gobierno argumentan que al entrar a la primaria, 4 de cada 10 chicos de primer grado no reconocen las letras. Y al terminar la secundaria, en Lengua, 3 de cada 10 estudiantes se encuentran en los niveles más bajos; mientras que en Matemática, 6 de cada 10 se encuentran en niveles bajos en el mismo año.

“El segundo punto es el concepto de integración. Los maestros de grados de las escuelas comunes no tienen la preparación para trabajar con problemáticas que sí tienen las escuelas especiales. En este falso debate de inclusión se esconde el posible cierre de las escuelas de integración del escalafón. Los pibes deambulan por las escuelas puertas adentro y para afuera se habla de inclusión”, agrega Barroetaveña.

Por su parte, el legislador del FIT, Gabriel Solano, define al plan estratégico “como algo que tiene mucho ruido, pocas nueces y que en el fondo se adapta al famoso no hay plata de Javier Milei, dado que no hay nada concreto de creación de cargos docentes o de profesionales de apoyo tampoco, un plan que incluya la dotación de materiales didácticos, de libros, de espacios, de recursos lúdicos, recreativos, mejora de infraestructuras de escuelas, nada”, resume el diputado de CABA.

Solano hace referencia a la “supuesta innovación en la enseñanza y el aprendizaje” que propone este plan, que impulsar “nuevas maneras de enseñar y aprender” y que “posibiliten a los estudiantes vivir y trabajar en un mundo dinámico, global y cambiante”.

El mismo programa también señala una “transformación digital para el aprendizaje: fortalecer las tareas pedagógicas y administrativas de las escuelas a través de la incorporación de nuevas funciones y potencialidades que brinda la tecnología”, pero en ninguno de los casos hace mención a la necesidad de incrementar la cantidad de docentes, situación que advierte otra inminente sobrecarga laboral en los trabajadores de la educación.

“Es solamente una cosa de buenas intenciones genéricas sin que comprometa al estado un aporte presupuestario que permita mejorar realmente el rendimiento de la educación en la ciudad. El plan estratégico alude a la preocupación sobre la baja cantidad de egresados en el 2023 cuando se la compara con el ingreso del 2019 pero esa preocupación no saca ninguna conclusión porque tampoco hay un plan de contención, al revés, se cierran escuelas nocturnas, es un tema muy preocupante que yo denuncié en la comisión de educación, los ENS, y se cristaliza el cierre definitivo de plan fines que es algo que viene aplicando gobierno nacional”, denuncia Solano.

¿Quién propone la “reforma educativa” en la Ciudad?

El PRO hace 17 años que gobierna la Ciudad, razón por la cual, desde algunos gremios docentes cuestionan sobre esta reforma. “¿Quién hace este plan? Lo hace una gestión que es parte de un gobierno y de un partido que hace 17 años gobierna la ciudad. En este periodo no solo no hubo ninguna mejora en el plano educativo sino que se ha profundizado la crisis”, señala Jorge Adaro, secretario gremial de la asociación docente Ademys.

El docente y líder sindical, recuerda que “en la educación media tuvimos varios intentos de reforma. También la reforma del terciario. Nada de esto ha mejorado las condiciones. Incluso lo poco bueno que hubo como fue la entrega de computadoras o de libros para los pibes ha sido eliminado”, agrega Adaro.

“No hay balance y no hay diagnóstico. Es decir, no hay un balance del recorrido hecho con los distintos planes educativos en los últimos 17 años que son propios, son de ellos. Y la otra cuestión que también es una marca de este gobierno, no hay plan que pueda avanzar si no es con la participación de los docentes, que somos los que estamos día a día en las aulas, que somos los que conocemos mejor que nadie el sistema educativo en lo micro y en lo macro”.