Los detenidos en la cárcel de Devoto que este miércoles por la noche continuaron con el reclamo por la reapertura de los centros de estudiantes en los establecimientos dependientes del Servicio Penitenciario Federal (SPF), expresaron un enérgico rechazo a la Resolución 372/25 del Ministerio de Seguridad de la Nación que dirige Patricia Bullrich: «Queremos que se ordene la reapertura de los centros de estudiantes con extrema urgencia. Están violando la Constitución Nacional y todos los Pactos y Tratados Internacionales», exigieron los universitarios en diálogo con Tiempo.
Fue la segunda noche que los universitarios detenidos en distintos pabellones aplicaron la medida de fuerza del ruidazo, también quemaron frazadas y prendas de vestir. La resolución de la Ministra de Seguridad sostiene que la organización de los detenidos en centros de estudiantes fomenta el ocio y obstaculiza el proceso de readaptación social. Y que también impide que realicen las tareas de mantenimiento en el establecimiento penitenciario.
«Lo que dice la ministra es una locura, porque los presos somos quienes realizamos todo el trabajo en la cárceles históricamente, los penitenciarios sólo abren y cierran puertas y rejas. Nada de lo que ella dice tiene una base lógica», aclaró uno detenidos que conversó con este diario.

Historia del CUD
La Universidad de Buenos Aires (UBA) tiene vigente el Programa UBA XXII -educación en contexto de encierro- hace 40 años. El Centro Universitario Devoto (CUD) fue creado en 1985, y es un espacio ganado por la democracia argentina.
Durante los últimos días, la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN) impugnó el fallo del juez federal Sebastián Ramos, porque el magistrado desestimó un habeas corpus que este organismo de control presentó a favor de la continuidad de estos espacios educativos y de formación.
Una intervención internacional
«Consideramos que es de suma importancia la inmediata intervención de los Tribunales Internacionales. Porque las autoridades nacionales están violando la estructura jurídica-penal de nuestro país», explicó el universitario. Y agregó: «Lo hacen dictando resoluciones que no tienen jerarquía; es una vergüenza que los jueces no intervengan ante tanto desastre organizado».
«Nuestras familias están muy mal por todo lo que está pasando. Porque en medio de esta situación tan angustiante y de incertidumbre no sabemos qué puede pasar», agregó. Y adelantó que la protesta continuará: «De todos modos vamos a seguir reclamando con la batucada por la reapertura de los centros de estudiantes en los penales. Lo haremos esta noche a partir de las diez».
La Resolución 372/25 de la ministra Bullrich fue sancionada el 20 de marzo y publicada en el Boletín Oficial el 25 del mismo mes. A partir de ese momento cerraron los centros de estudiantes en todos los penales dependientes del Servicio Penitenciario Federal.
Desde la UBA apoyan a los estudiantes
El decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Guillermo Durán, dijo a Tiempo que «el lunes en el Consejo Directivo resolvimos que es inadmisible la determinación que tomaron las autoridades nacionales y que tienen que dar marcha atrás con eso».
«Tienen que permitir el funcionamiento de los centros de estudiantes. Fundamentalmente tienen que permitir que las y los detenidos puedan usar esos espacios de formación todo el tiempo que sea necesario. Para estudiar, usar las bibliotecas y computadoras», siguió. Y completó: «Porque así pueden utilizar mejor el tiempo antes que permanezcan encerrados en sus celdas. Además, resulta positivo que estén en estos espacios educativos. Ningún estudiante de la universidad solo cursa y se va; ni en nuestros edificios ni en contexto de encierro».
En ese camino, contó que este jueves participó de la entrega de títulos en la cárcel de mujeres de Ezeiza. «Allí propuse que imaginemos por un momento si no hubiera más centros de estudiantes en la UBA, o que solamente los estudiantes pueden ir a cursar. Todos coincidimos en que estaríamos con el grito en el cielo», repasó Durán.
Y cerró: «Bueno, en cárceles es lo mismo, porque también son nuestros centros de universitarios y nuestros estudiantes. La resolución va en contra de cualquier ley nacional y cualquier principio lógico. Por eso nos oponemos y solicitamos que den marcha atrás medida».
Una historia de vida
Pablo Palmisano pasó 18 de sus 49 años en prisión. Fue uno de los detenidos que encabezó el reclamo en la cárcel de Devoto durante la pandemia mundial declarada por el Covid-19. Cuando sucedieron los hechos, este diario publicó sus declaraciones desde el penal, en medio del conflicto.
Fue presidente de un centro de estudiantes en una cárcel. El hombre lleva tres años en libertad, está en 4° año y cursando activamente en la carrera sociología, y además trabaja en reparación de aires acondicionados y heladeras.
«La ministra está llevando a cabo un plan macabro. Cuando las personas estamos presas necesitamos muchísimo de la educación, porque nos purifica como seres humanos y nos enseña a ser mejores personas. Hoy tengo paz, estoy tranquilo, porque pude abrir la mente y ninguna situación me va a superar», aseguró Palmisano.
Y concluyó: «Resulta increíble ver a las autoridades nacionales vulnerando los derechos constitucionales e internacionales de los estudiantes en situación de encierro. Dañar la educación en las cárceles es generar un descontrol en el proceso de readaptación social de las personas».
Comunicado del Centro de Estudiantes Universitarios de Devoto
En un comunicado, los estudiantes universitarios del complejo penitenciario de Devoto, se manifestaron en contra de la resolución del Ministerio de Seguridad a pocos días de que fuera publicada. Uno por uno, contestaron los argumentos por los que Bullrich decidió cerrar los centros.
A continuación podés leer el comunicado del CUD de Devoto: