El 24 de septiembre de 1984, dos meses antes de la reelección de Ronald Reagan y en el auge de La guerra de las ciudades entre Irán e Iraq, Raúl Alfonsín dio su primer discurso en la ONU. El líder radical tuvo una extensa intervención de 33 minutos que finalizó con intensos aplausos del auditorio.
Alfonsín llamó a promover el desarme para prevenir el suicidio global que significaría llevar guerra fría al campo de batalla. En ese sentido, pidió respetar el principio de no intervención y de autodeterminación de los pueblos. Además, advirtió que no puede haber paz en un mundo en el cual la economía de los países sea manejada por el poder financiero. Entre otras cuestiones, expresó su preocupación por el apartheid en Sudáfrica (que llegaría a su fin casi una década después). Finalmente, pidió retomar el camino del diálogo respecto a la soberanía de las Islas Malvinas y reclamó que el mandato de esta asamblea general se cumpla lo antes posible.
Frases destacadas
Un mundo injusto es hoy, más que nunca, un mundo inestable e inseguro.
La justicia en el Sur es una condición necesaria para la paz en el Norte.
El desarrollo es el nuevo nombre de la paz.
Si las relaciones de poder remplazan a las relaciones de los hombres, habremos perdido la razón ética que asegura el progreso y la paz de la humanidad.
El discurso completo en dos fragmentos
Para ver otros discursos:
Carlos Menem, 1989: Debemos combatir el hambre de los niños pobres
Fernando de la Rúa, 2000: Hay que poner fin a una situación colonial
Néstor Kirchner, 2003: Somos hijos de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Cristina Kirchner, 2008: Es una vergüenza tener un enclave colonial en el siglo XXI
Mauricio Macri, 2016: La primera meta es la pobreza cero