Los reconocidos Ralph Fiennes y Anya Taylor-Joy protagonizan «El menú», film dirigido por Mark Mylod que, centrado en la particular e inesperada experiencia gastronómica de un grupo de comensales del jet set en un exclusivo restaurante, llegará este jueves a las salas con una atrapante combinación de comedia negra y suspenso al servicio de la manipulación de las expectativas del público.
Es que la incomodidad y las sorpresas crudas -bien crudas- están a la orden del día en el cuarto largometraje del cineasta británico, mejor conocido por su trabajo en las multipremiadas series Succession y Game of Thrones, que en esta ocasión se lanza de lleno al terreno de la sátira y el thriller para recordarle al público que lo prestigioso no siempre tiene valor por sí mismo.
En ese sentido, el comentario que esgrime El menú, que viene de obtener un muy buen recibimiento en el Festival Internacional de Cine de Toronto y que despoja al lujo de su brillo, se traduce tanto en la cuidada estética a cargo del director de fotografía Peter Deming (Twin Peaks) como en una trama que, si bien pide su tiempo, sabe sostener la tensión y apuntalar un clima desesperante y lleno de contrastes.
Todo aparenta ser muy claro desde el vamos: Tyler (Nicholas Hoult), un arrogante y obsesivo sibarita, y su cita, Margot (Taylor-Joy), esperan en un muelle a otras diez personas de clase muy acomodada con las que irán en bote hasta la recluida isla de la costa del Pacífico en la que se encuentra Hawthorn, un restaurante de primera categoría manejado por el mundialmente famoso chef Julian Slowik, interpretado por un Ralph Fiennes que, como siempre, brilla en papeles antipáticos con su fría aura inglesa.
Una snob crítica gastronómica y su editor, tres jóvenes ejecutivos del mundo de las startups tecnológicas, un actor en decadencia y su asistente y un matrimonio habitué del lugar integran el grupo de clientes que se adentrará en el ambiente minimalista, silencioso, natural y moderno del predio.
Cínico y estricto, Slowik los espera en el salón junto a su obediente tropa de cocineros mientras prepara el fastuoso menú molecular que planificó para la ocasión, pensado y tratado como un conjunto de piezas de arte conceptual, en un guiño burlón a la exquisita pomposidad desplegada por la tira documental Chef’s Table y otros contenidos que explotan lo que hoy se da por llamar «food porn».
«El chef es un narrador, y el juego es intentar adivinar cuál será el tema general de toda la comida», le explica Tyler a una incrédula y terrenal Margot, que como un sapo de otro pozo pregunta dónde está el pan para las pequeñísimas muestras de salsas que les sirven, piensa en la comida no como en una experiencia sino como en un medio para alimentarse y desafía los cálculos de la velada.
Pero lo que comienza como una reunión exclusiva de individuos con exigentes paladares se convierte de manera progresiva en una pesadilla difícil de creer para las y los comensales de Hawthorn, con un menú que revelará paso a paso oscuros secretos y hasta profundas inseguridades bajo la mirada satisfecha de su anfitrión, que también a ese ritmo dará a conocer las verdaderas y estremecedoras motivaciones detrás de la elección de esa lista.
Con un giro que escala rápidamente, la película rebosa en acidez y violencia, concentrada en momentos de aquellos que inmediatamente hacen dudar si «está bien» reírse de lo que aparece en pantalla, todo parte de un mecanismo narrativo de buen balance elaborado por Seth Reiss («Late Night with Seth Meyers») y Will Tracy («Succession»), los destacados guionistas detrás del filme.
«Su tono y humor me recordaron a ¿Quién mató a Harry?, una de mis películas favoritas de todos los tiempos. ‘El menú’ mezcla lo mejor del humor satírico con algo de oscuridad y una pizca de absurdo. Y si suena como una receta, juro que no fue mi intención”, dijo en declaraciones a la prensa el cineasta Adam McKay sobre el libreto que le acercó la dupla, y que decidió producir junto a su socia Betsy Koch a través de Hyperobject Industries y la casa Gary Sanchez, de su otrora colaborador, el popular actor estadounidense Will Ferrell.
Aunque sin intenciones moralistas, la película hace uso de lo desconcertante y lo impresionante visto bajo un prisma de diversión para pensar la cultura del fanatismo y de la alta cocina que transforma en ídolos endiosados a meros seres humanos: «Espero que más allá de lo grotesco de los personajes y lo delirante, también deje un mensaje o despierte alguna pregunta», siguió McKay al respecto.
«En un mundo ideal, algunos de los espectadores podrían empezar a hacerse preguntas sobre la industria de los servicios, el entretenimiento y nuestra relación con la comida», agregó el también director de las aclamadas La gran apuesta (2015) y El vicepresidente: más allá del poder (2018).
En esa línea, Mylod aseguró que durante el desarrollo del proyecto aprendió «lo increíblemente difícil que es estar entre los mejores y sostener ese mundo». «Miro a esos chefs que mantienen su arte, su inventiva y siguien evolucionando y no tengo idea de cómo lo logran. Es un trabajo inmenso e increíble en todos los niveles, desde las personas que llevan tu pedido hasta las que crean los menús, es una industria sumamante dura. Me inspiran un enorme respeto. Espero que el público también apreciarlo», concluyó el realizador.
Figuras como Judith Light, John Leguizamo, Paul Adelstein y Janet McTeer completan el sólido elenco de El menú junto a Hong Chau, Reed Birney, Aimee Carrero, Arturo Castro, Mark St. Cyr, Rob Yang y Peter Grosz, entre más.
* Télam