La “Comunista más linda de Brasil” fue la forma en que la Revista Playboy denominó a Manuela D’Ávila, a quien le propuso posar desnuda en una de sus ediciones, ofrecimiento que rechazó, porque no quería que su cuerpo sea su presentación política. Años después, a quien no le estaría rechazando una propuesta es al PT, pero en algo mucho más tentador, acompañar a Ignacio Lula Da Silva en la fórmula presidencial o, en su defecto, encabezar el frente de izquierda en Río Grande Do Sul para disputar la gobernación del simbólico Estado.
Manuela D’Ávila significa el cierre por izquierda en el esquema de alianzas del Partido dos Trabalhadores, cerrando especulaciones de candidaturas de centro como ocurrieran en las anteriores postulaciones de Lula, con José Alencar, y de Dilma Rousseff, con el fatídico Michel Temer. Además, consolida una alianza histórica con el Partido Comunista do Brasil (PCdB), partido que tiene una importante inserción en el movimiento estudiantil, controlando la Unión Brasileña de Estudiantes Secundarios (UBES) y la Unión Nacional de Estudiantes (UNE).
Su perfil juvenil -36 años- conecta al PT a una generación que deviene del “baby boom” del desarrollo económico brasileño y de la nueva era democrática abierta en 1985. Oportunamente, en una entrevista a este medio, Manuela D’Ávila sostenía: “Desde la democratización, el movimiento estudiantil brasileño ha sido protagonista en la política brasileña. No participé del movimiento de los Cara Pintadas, porque tenía apenas 11 años, pero tuvo un papel central en el Impeachment contra Collor. Me enorgullezco de haber sido parte de la UNE. Me ayudó mucho porque fue allí que pude ejercer, con más ahínco y debate, el diálogo con todas las fuerzas, sin soltar las manos de los principios que nos orientaban”.
Fue en el movimiento estudiantil en el que ingresó a las filas del comunismo que jamás abandonó. También nos comentaba: “Desde pequeña, siempre me indigné con las injusticias. En la Escuela ya debatía las formas de superar la desigualdad social. En la facultad conocí a la Unión de Juventudes Socialistas (UJS), donde ya debatíamos la actualidad del socialismo y la necesidad de un sistema más justo y democrático. En ese momento conocí al Partido Comunista do Brasil, cuya plataforma responde justamente a los anhelos de nuestro pueblo por un país más democrático que supere las desigualdades”.
Desde allí, Manuela D’Avila milita en todos los frentes en que participa el PCdB. Además del movimiento estudiantil, tienen un una participación importante en el movimiento sindical dentro de la tercera mayor central sindical nacional, actuamos en los movimientos comunitarios a través de la Confederación Nacional de Asociaciones de Moradores – CONAM, e también en movimientos culturales, en defensa de la democratización de los medios y junto a organizaciones deportivas.
En 2010, por el mecanismo personalizado del sistema electoral brasileño, en elque se puede saber cuántos votos tiene cada candidatura por partido, los datos arrojaron que Manuela D’Ávila obtuvo 482.590 votos para ser reelecta diputada federal por el PCdB por Río Grande Do Sul, en la coalición que apoyaba a Dilma Rousseff, convirtiéndose en la candidata más votada del país.
El rechazo a la Revista Playboy va en correlación a su lucha contra el patriarcado. De hecho, para criticar a la sociedad patriarcal en plena sesión parlamentaria amamantó a su hija, como forma de reivindicar los derechos de las mujeres, y lugar desde dónde impulsó infinidad de proyectos de inclusión y derechos.
Cuando lanzaba su postulación, Manuela D’Ávila comentó a este medio: “Políticamente, la candidatura defiende un frente amplio, que es la idea de reunir sectores de la sociedad, para ayudar a construir soluciones para sacar a Brasil de la crisis. No solo sectores, sino personas comunes, del pueblo, sindicatos, movimientos sociales, sectores de la industria, académicos y economistas, ‘con foco en la recuperación económica del país’”.
En un gesto inusual, Manuela D’Ávila estuvo, junto a Guilherme Boulos –candidato presidencial del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), acompañando a Inacio Lula Da Silva en el memorable discurso previo a ser arrestado. Gesto que fue reivindicado y señalado por el exmandatario, a quienes señaló como relevos generacionales en la lucha por una sociedad más justa, y este posible espaldarazo iría en ese camino.