La Corte Suprema dejó firme la condena a cinco años de prisión, que ya está cumpliendo, para el ex juez federal de Santa Rosa, La Pampa, José Antonio Charlín. Por unanimidad, los jueces Carlos Rosenkrantz, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti rechazaron un último recurso planteado por la defensa del ex magistrado, a cargo de los abogados Francisco Pagani y Flavia Fernández.

Charlín tuvo una meteórica carrera judicial y una precipitada caída. Fue designado juez en 2012 para un juzgado que aún no había sido creado, por lo que pasó a ocupar como subrogante el tribunal de primera instancia de Santa Rosa.

Todos los delitos por los que fue condenado ocurrieron allí y fueron denunciados por los propios trabajadores y por la gremial que los representa, la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), que lidera Julio Piumato.

Charlín fue condenado por los delitos de abuso de autoridad, malversación de caudales públicos, abuso sexual simple en grado de tentativa, en situación de violencia de género, daño y amenazas reiteradas, buena parte de ellas también en situación de violencia de género. Aunque parezca exigua a simple vista, la pena fue alta. Incluye, además, diez años de inhabilitación para ejercer cargos en el Poder Judicial.

Charlín ejerció como juez durante poco más de un año, hasta agosto de 2013. Cuando su situación comenzaba a escalar a niveles de escándalo, el Consejo de la Magistratura le quitó la subrogancia y tres años después dimitió.

La carátula del expediente ahora ratificado por la Corte Suprema lleva el número 2782/2013 y se titula “Charlín, José Antonio s/ malversación de caudales públicos”. ¿A qué se refiere? Específicamente a un gasto de unos 33  mil pesos para la compra de sillones, un escritorio, sanitarios, una tv, un reproductor de DVD y otro de música.

A principios de mayo del año pasado, cuando su condena aún no estaba firme, Charlín fue detenido y desde entonces permanece en esa condición.