El ex presidente salvadoreño Elías Antonio Saca y seis de sus colaboradores fueron enviados nuevamente a los calabozos policiales a la espera de la audiencia inicial por delitos de corrupción cometidos al supuestamente desviar 246 millones de dólares, confirmó uno de los abogados defensores.
Saca y sus ex secretarios; privado, Elmer Charlaix; de Comunicaciones, Julio Rank, y de Juventud, César Funes, son acusados de formar una estructura que desvió 246 millones de dólares del presupuesto gubernamental a cuentas privadas.
A ellos se suman Pablo Gómez, Francisco Rodríguez Arteaga y Jorge Alberto Herrera, colaboradores directos de Saca y aún empleados de la Presidencia.
Según el abogado de Rank, Lisandro Quintanilla, los imputados regresaron a las instalaciones de la División Antinarcóticos (DAN) de la Policía en San Salvador, donde ingresaron el pasado domingo, y permanecerán allí al menos hasta mañana, cuando se realice la audiencia inicial.
Estos afrontarán el proceso penal por los delitos de peculado, asociaciones ilícitas y lavado de dinero en el Juzgado Cuarto de Paz de la capital.
Según el fiscal general, Douglas Meléndez, estas personas operaban una estructura dentro de la Presidencia que movió los 246 millones de dólares a 14 cuentas personales de Charlaix, Rodríguez y Gómez, de las que posteriormente retiraron 116 millones de dólares «en efectivo».
Detalló que las investigaciones, iniciadas tres meses atrás, han determinado que al menos seis millones de dólares fueron blanqueados «vía triangulación» a las empresas de Saca, que incluyen un reconocido consorcio de radios, por parte del ex mandatario y Charlaix.
El ente fiscal solo ha podido determinar el destino de estos seis millones de dólares y desconoce el fin que tuvo el resto del dinero «cuestionado», refirió Efe.
La investigación, denominada Destape Corrupción, tuvo como origen un informe de la Sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia con el que se inició un proceso civil contra Charlaix por supuesto enriquecimiento ilícito en más de 18,7 millones de dólares.
Dicho informe establece que de una «partida secreta» del gobierno en la que se manejaban fondos para la inteligencia estatal se libraron cheques a nombre de funcionarios y que este dinero finalmente acabó en las cuentas de Charlaix.
A nombre de Saca fueron emitidos más de 15 millones de dólares, otros 497.406 dólares para Rank, 45.000 dólares para César Funes y 400.000 dólares para el partido que llevó al poder al ex presidente, la Alianza Republicana Nacionalista (Arena).
No es la primera vez que Arena se ve salpicado por este tipo de casos.
Según la Fiscalía, el partido recibió 10 millones de dólares del difunto ex presidente Francisco Flores (1999-2004), que supuestamente desvió donaciones taiwanesas y por lo que afrontó un proceso penal.