Cristina Fernández subió al ring a Javier Milei. La discusión es entre ellos dos, opuestos perfectos en proyecto de país y audacia para llevarlo adelante. Uno cuenta con el poder económico de su lado. Con lo que no cuenta, según su adversaria, es con los resultados, que no condicen ni con la doctrina anarco capitalista en abstracto ni con una proyección de sostenibilidad en el tiempo. “Cristina salió a marcar otra vez la endeblez estructural del gobierno. Y eso es lo que le molestó”, evalúan en el Instituto Patria tras el intercambio en redes.

Cristina volvió a hablar de la deuda, de la falta de dólares, de la economía bimonetaria. También habló hacia adentro del peronismo. Sugirió líneas de trabajo y línea política. “Es un mensaje para todos los que se enmarcan bajo su liderazgo. No es la primera vez que plantea que hay que discutir los problemas de la gente en lugar de discutir cargos”, explica un vocero.

A diferencia de algunos gobernadores que acordaron con el gobierno, “los Jaldo de la vida”, como definió el titular de la bancada de UxP en Diputados, Germán Martínez, Cristina y el kirchnerismo se posicionaron de frente a Milei. Si bien se opusieron a todas sus iniciativas, no cuestionan su legitimidad de origen. En la segunda semana en que Patricia Bullrich salió pegarle a los jubilados que van históricamente los miércoles a las puertas del Congreso, la expresidenta hizo salir a poner la cara al propio presidente. “Sabíamos que iba a responder de esa manera, no es nuevo”, reconocen.

“Cristina hizo un planteo general sobre la situación económica del país. Hoy Milei en lugar de responder con argumentos para defender su gobierno, contestó en modo chabacano, infantil y violento. El que se pone nervioso es él. De hecho, armó un acto para responderle a ella”, sostienen desde el espacio de la exmandataria. “Después empezó con lo del título y con que no sabe de economía y él no tiene un sólo pergamino. Es un economista gris que llegó a presidente, además de plagiador. Milei tiró, recogimos el guante y se acabó”, resumen.

“Lo importante del documento tiene que ver con el rumbo del gobierno, que va directo al fracaso. No pueden cumplir las promesas de campaña y no pueden pagar la deuda cuyos vencimientos cuantiosos empiezan a aparecer en los primeros meses del año próximo”, advierten.

En cuanto a las propuestas a la militancia, Cristina sostiene que tiene que haber una forma de relacionarse con la sociedad que sea flexible y permeable a las demandas actuales y empezar a pensar soluciones para problemas concretos como el de la inseguridad, más allá de los consignismos que obturan el debate. “Es pensar el gatillo fácil en los barrios como parte de la misma problemática del laburante que va a trabajar y lo asaltan. Cristina ya lo había planteado pero ahora el componente del narco es nuevo”, señalan. “Podemos hablar de que la Justicia es de una lentitud zarpada y también de la puerta giratoria. No hay que polarizar desde las consignas”, argumentan.

Cristina está mirando en las encuestas que hay prácticas políticas que son vistas por sectores muy amplios de la población que no se sienten representados. El ejemplo que puso fue el de los sindicatos “no porque sean malos sino porque no representan la realidad laboral actual”, argumentan en su entorno.

Según pudo saber Tiempo, ese señalamiento fue discutido por dirigentes sindicales que se juntaron en un plenario de formación este sábado.

Cerca de la expresidenta señalan que Cristina ve que “la sociedad no está escuchando al conjunto del peronismo, que se encuentra en el debate sobre figuras o cargos y debería estar discutiendo los temas que le interesan a la gente y a veces todos nos enfocamos en peleas internas de poder y las listas”.

Cristina también propone debatir el rol del Estado. “Tiene que estar presente pero ser eficiente”.  “Mientras más cercana esté la salita en el barrio, menos va a ir gente al hospital. Por ejemplo, la gestión de las vacunas en la Provincia de Buenos Aires mostró eficiencia”, señalan.

“Es la primera vez que alguien del peronismo sale a hablar sobre lo que hay que hacer para ganar la elección de 2027. Porque el peronismo siempre es un proyecto de poder. Es por eso que lo enmarca en esta preocupación de que la sociedad no nos está escuchando”-cuentan y agregan que – “es un mensaje para todos, le corresponde a los y las dirigentes que quieran tomar estas palabras para aplicarlas cada uno a su forma y en su distrito”.  «