El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el asesinato del embajador ruso en Turquía, Andréi Kárlov, es una «provocación» para sabotear las relaciones entre Moscú y Ankara, así como los esfuerzos para resolver el conflicto en Siria.
«El crimen cometido es sin duda una provocación que apunta a entorpecer la normalización de las relaciones ruso-turcas así como el proceso de paz en Siria», dijo Putin en declaraciones por televisión.
El líder ruso hizo también un llamamiento a reforzar las medidas de seguridad de las legaciones diplomáticas turcas en Rusia y pidió «recibir de la parte turca garantías acerca de la seguridad de las legaciones diplomáticas rusas» en Turquía.
«Podemos responder solo reforzando la lucha contra el terrorismo. Y los bandidos lo van a lamentar», afirmó el mandatario ruso.
Por su parte, el presidente turco Recep Erdogan llamó por teléfono a su homólogo ruso para informarle del ataque. «Condeno con odio este artero asesinato del embajador de Rusia, Andréi Kárlov; ahora estamos en contacto estrecho con Rusia, especialmente respecto al tema de Siria y el cese del derramamiento de sangre en Alepo», afirmó Erdogan. «Hoy debatimos con el respetable presidente de Rusia, Vladímir Putin este amargo incidente, y yo personalmente, y el primer ministro turco, y el canciller, estamos pendientes de la investigación. Este atentado terrorista será investigado con especial atención, se creará una comisión bilateral para investigar esta tragedia», agregó.