Con esta frase comenzaba su discurso el recién reelecto presidente Vladimir Putin tras el terrible atentado terrorista perpetrado el viernes en el Centro Comercial Crocus City Hall, en los suburbios de Moscú, donde unas 6000 personas asistían a un recital de la reconocida banda Picnik. Allí, un grupo de hombres abrió fuego con armas automáticas sobre los asistentes al evento musical. Luego se registro una explosión y comenzó un incendio que destruyó el edificio completamente.
Las conjeturas eran diversas pero la prensa occidental rápidamente comenzó a desviar la atención con titulares que aseguraban que las razones detrás del ataque era la intervención de Rusia en Siria y la participación en el Sahel y pasadas unas horas del atentado, directamente atribuyeron el ataque a Estado Islámico, ISIS.
También enseguida, comenzó a circular en los medios, tanto dentro de Rusia como fuera, que las embajadas de EE UU y Reino Unido en Moscú habían “advertido” a Rusia de que iba a haber un atentado en Moscú. En realidad publicaron en sus páginas web advertencias a sus ciudadanos alertándolos a que no participen en reuniones masivas, pues podría haber ataques y atentados. ¿Bola de cristal? ¿Inteligencia sobrenatural? ¿Como lo sabían?
Las condenas del ataque terrorista por parte de mandatarios y organizaciones de occidente, muy tibias por cierto, comenzaron a aparecer recién este sábado. Un informe del Comité de Investigación ruso dice que una persona fue detenida en el acto y el segundo sospechoso fue encontrado y capturado en el bosque. Durante el registro del automóvil de los terroristas se encontraron una pistola PM, un cargador para un fusil AKM y pasaportes de ciudadanos de Tayikistán. Además, cuatro sospechosos del ataque terrorista fueron detenidos en la región rusa de Briansk, ruta que conduce a la frontera con Ucrania.
El discurso del presidente Vladimir Putin terminó por aclarar lo más importante. Que los cuatro autores directos del ataque detenidos intentaban huir hacia Ucrania. Según los datos preliminares, desde el lado ucraniano se preparó una «ventana» para que los responsables del atentado cruzaran la frontera. El presidente Putin se comprometió a identificar y castigar a todos los responsables para lo cual fueron introducidas en la capital rusa y otras regiones medidas antiterroristas adicionales. El mandatario también expresó sus profundas condolencias a todos aquellos cuyos familiares murieron e instó a la cooperación de todos los estados.
De las declaraciones de los terroristas se supo que los que encargaron el hecho les enviaron la mitad del dinero a la tarjeta de débito. La orden era “Maten a los rusos y luego corran hasta la frontera en el coche. Nos reuniremos con ustedes y les daremos mucho más dinero y pasaportes”. Les ofrecieron casi 5500 dólares por tirotear a la gente y eran controlados a través de Telegram.
La redactora en jefe del grupo mediático Rossiya Segodnya, matriz de Sputnik, Margarita Simonián, dijo: “Esto no es ISIS. Es un equipo bien coordinado de varias otras siglas, también ampliamente conocidas y con el mismo modus operandi”.
Una fuente muy confiable recordó a la redacción de Pax Russika estos datos para comprender el entramado de este atentado. En junio de 2022 el ex jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania, Valeriy Yevdokímov, fue nombrado embajador de Ucrania en Tayikistán, cuatro días después de una visita a ese país del comandante del Mando Central de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, el general Michael “Erik” Kurilla, . En marzo de 2022, la sucursal de Dushanbe de la agencia de noticias rusa Sputnik informó de que las embajadas ucranianas estaban reclutando mercenarios en Tayikistán y otros países. Además, en los sitios web de los departamentos diplomáticos ucranianos se publicaron abiertamente llamamientos a unirse a la «resistencia contra Rusia» y a formar parte de la «Legión Internacional» ucraniana. Más tarde, esta información se retiró de la web y las redes sociales. Sin embargo, poco menos de un año después, en enero de 2023, fue detenido en Minsk un ciudadano de Georgia que había sido reclutado por la embajada ucraniana en Tiflis, para participar en las hostilidades como parte de la llamada «Legión Georgiana». La fuente citada considera que es muy probable que los autores del atentado terrorista en Krasnogorsk fueran reclutados por diplomáticos ucranianos.
En su mensaje, Putin recalcó: “Rusia ha pasado repetidamente por pruebas difíciles, a veces insoportables, pero siempre se ha vuelto aún más fuerte. Y así será ahora».