El bienestar de las personas con VIH depende de la realización periódica de análisis que permitan hacer un seguimiento de su estado de salud y adecuar sus tratamientos. De por vida. Sin embargo, en septiembre último el Gobierno Nacional dejó de cubrir esos análisis. Así lo advirtió la Provincia de Buenos Aires, que anunció que se hará cargo de los estudios de carga viral, CD4 y resistencia.
“Son tres estudios indispensables para evaluar el avance o retroceso del virus y adecuar el tratamiento”, remarcó el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, a cargo de Nicolás Kreplak, a través de un comunicado.
➡ Ahora desde la PBA cubrimos los análisis para las personas con VIH. Son 3 estudios indispensables para evaluar el avance o el retroceso del mismo y adecuar su tratamiento.
— Nicolás Kreplak (@nkreplak) January 3, 2025
Antes los cubría el Estado Nacional, pero en septiembre dejó de hacerlo.
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“Dada la necesidad de las personas con VIH de mantener los cuidados y realizar análisis periódicos para ajustar los tratamientos y mantener una buena calidad de vida, el ministerio de Salud bonaerense decidió levantar la restricción impuesta a nivel nacional y dar continuidad al seguimiento de quienes viven con el virus en distritos bonaerenses; por eso la provisión de insumos y reactivos será cubierta en su totalidad por el gobierno provincial”, indicó la cartera sanitaria bonaerense.
Para acceder a esos estudios, las solicitudes deberán enviarse a los laboratorios de referencia, con la planilla adjunta correspondiente. Para pacientes con cobertura de obra social, la extracción de sangre y el procesamiento de las muestras deben ser realizados en el subsector privado. Salud de PBA explicó que se procesarán muestras en laboratorios provinciales sólo en aquellos casos que posean la solicitud de Padrón Único Consolidado Operativo (PUCO) aprobada previamente.
Estudios clave
Tanto los estudios de carga viral, como CD4 y resistencia son vitales para las y los pacientes con VIH. La carga viral se obtiene mediante un análisis de sangre que permite medir el grado de infección y, a partir de esa información, adecuar el tratamiento del VIH. La citometría analiza las células, blanco de ataque de la enfermedad, que las usa para multiplicarse.
En cuanto a la prueba de resistencia, identifica qué medicamentos no serán eficaces para combatir el VIH de una persona, según sus características. “Estos estudios y otras consultas de seguimiento junto con la medicación antirretroviral constituyen el tratamiento adecuado para que la persona que vive con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) pueda mantener una buena calidad de vida”.
Estado ausente
Las organizaciones que trabajan con pacientes con VIH vienen alertando sobre el corrimiento del Estado Nacional. En el Presupuesto 2025 para el abordaje de VIH, hepatitis, tuberculosis y otras enfermedades de transmisión sexual se plasmó un recorte del 76%, según difundió meses atrás la Fundación Grupo Efecto Positivo (GEP).
“En 2024 ya enfrentamos faltantes debido a la paralización de compras públicas, y con este recorte las consecuencias podrían ser terribles. Exigimos que el Congreso rechace esta propuesta y aumente estas partidas para garantizar los recursos que salvan vidas”, plantearon en octubre.
Según indicó a este diario por José María Di Bello, de GEP, “hay 2100 personas que en el sistema público dejaron de recibir la bi-terapia con Lamivudina y Dolutegravir. Les cambiaron el tratamiento y volvieron a esquemas anteriores”. Además, alertó sobre la falta de reactivos para VIH: “Ya no hay más en la mayoría de las provincias y Nación ya no tiene. Sabemos que varios de los procesos de compra se cayeron o quedaron demorados. Un horror. Estamos sin eso. Son los análisis que nos hacemos quienes tenemos VIH dos veces al año para saber si está haciendo efecto el tratamiento”.
“Hay una política general de que Nación no tiene por qué comprar medicamentos ni reactivos ni preservativos. Plantean que lo tienen que hacer las provincias. No es así. Tenemos nuestra ley nacional, tanto la nueva (27.675) como la que existía desde los 90. Plantean que quien tiene que garantizar la disponibilidad de tratamientos, insumos de prevención y demás es el Estado Nacional”, resaltó Di Bello.
Fundación Huésped también señaló en su momento que “el presupuesto 2025 proyecta 66.500 tratamientos para personas con VIH. ¿Alcanza? No”. Porque “se están proyectando 9150 tratamientos menos de los que efectivamente se brindaron en el último año que podemos ver completo (2023)” y “tampoco incluye los 5300 nuevos casos por año y a las personas que podrían pasar a depender del sistema público de salud por la crisis”.
Además, la entidad alertó que se planea reducir la compra de reactivos para carga viral, test rápidos de VIH y pruebas de sífilis. Todo esto, en un contexto de aumento de casos de esta enfermedad, no solo en Argentina. Según datos del Ministerio de Salud difundidos el mes pasado, en 2023 hubo un aumento del 42 % respecto a los casos de sífilis registrados cinco años antes.