Con un repunte sostenido en las últimas semanas, Lenín Moreno, candidato oficialista de la gobernante Alianza País, se perfila como el posible triunfador en las elecciones de segunda vuelta que se realizan hoy en Ecuador, ante el banquero y candidato de la derecha Guillermo Lasso, quien anticipándose a un resultado desfavorable agitó el fantasma del fraude y convocó a sus seguidores a «movilizarse» en defensa de sus votos. Esto pese a que la Misión de Observación Electoral, compuesta por 200 veedores, considera «improbable» que exista la posibilidad de fraguar la elección, como ya lo confirmaron tras la primera vuelta, del 19 de febrero.
Hasta que se decretó la veda el viernes, las encuestas decían que Moreno aventajaba a Lasso por 5 a 10 puntos, dependiendo de la consultora (Perfiles de Opinión: 57,6% a 42,4%; Cedatos: 52,4% a 47,6%, por citar las más distantes).
Si bien el oficialismo, con el presidente Rafael Correa a la cabeza, en ningún momento puso en duda la eventual victoria, diversos análisis locales adjudican la ventaja a que la campaña se enfocó fuertemente en una política que continuará la senda de crecimiento y ampliación de las bases sociales iniciada por Correa en 2007, con foco especial en beneficios muy puntuales para los sectores más postergados, como el plan de construir 325 mil viviendas, de las cuales casi 200 mil se destinarán sin costo a familias de bajos recursos. Y por otro lado, porque a pesar del apoyo manifiesto de Correa, Moreno siguió sosteniendo la idea de que su perfil se diferenciará por ser menos «beligerante», característica atribuida al presidente. Esto habría ayudado a convencer a un importante segmento dentro la franja de indecisos.
«En la primera vuelta, el triunfo de Lenín Moreno fue superior con más de un millón y medio de votos y para la segunda vuelta en ningún momento se puso el problema de tener que revertir una tendencia contraria», observó a Tiempo el asambleísta de Alianza País, José Eduardo Torres Lara. «Creemos que la decisión de quienes votaron en primera vuelta por otros candidatos o lo hicieron en blanco o anularon, junto con la opción de aquellas personas aún indecisas, no modificará la tendencia y confirmará la amplia ventaja que tiene Moreno», agregó confiado, aunque el triunfo no está garantizado hasta que empiecen a contarse, a partir de las 17 de hoy, los votos de los casi 13 millones de ecuatorianos convocados.
Por su parte, Lasso habría hecho méritos propios para retroceder algunos puntos. El candidato de la alianza CREO-SUMA centró su campaña en criticar al gobierno por supuestos actos de corrupción que no pudieron ser confirmados, un tema que cautiva a las clases medias acomodadas pero no desvela a sectores humildes. Lasso desoyó algunas demandas sociales e incluso logró ponerse en contra a los colectivos afroecuatorianos e indígenas. Pero además, él mismo fue centro de una denuncia, al revelarse que junto con su familia y allegados tendría al menos 49 empresas off shore en las Islas Caimán, Panamá y Delaware, justo cuando el pueblo ecuatoriano aprobó en una consulta promovida por Correa y votada el día de la primera vuelta: la proscripción de aspirantes a la función pública que tengan bienes en paraísos fiscales. La revelación fue producto de la investigación que la periodista argentina Cynthia García realizó en Ecuador y que fue publicada en el diario Página/12 y en el sitio web La García