Detrás de las cifras de escuelas robadas en el distrito porteño, hay miles de familias y estudiantes que ven con preocupación la ola de asaltos que padecen los establecimientos educativos, tanto escuelas primarias como secundarias. Es porque el vaciamiento de edificios escolares se volvió algo sistémico en la Ciudad de Buenos Aires y, tras decenas de robos consecutivos en los últimos meses, la comunidad educativa atraviesa su peor momento en el marco de esta problemática que el Ejecutivo porteño “no puede” frenar.
«Lamentamos informar que volvimos a sufrir un robo en nuestra escuela», comunicó la comunidad educativa de la Escuela N° 15 DE 15 Manuel Antonio Acevedo. El robo ocurrió éste sábado en medio del fin de semana largo y a plena luz del día. Esta vez se llevaron 136 tablets y varias computadoras. En 2023 sufrió otro robo donde sustrajeron más de 100 computadoras y vandalizaron todo el edificio.
«Volvieron a robarnos entrando por la reja lateral de la escuela, es una reja muy débil tipo malla de protección. Una vez adentro vaciaron todos los racks de los diferentes pisos donde se guardan las tablets y computadoras que usan nuestros hijos en clases”, contó a Tiempo Clara Encabo, mamá de alumno de 5to grado de la escuela e integrante de la Cooperadora escolar.
Otro golpe a una escuela primaria
A la escuela asisten más de 350 estudiantes y las familias están preocupadas por la falta de garantías para que puedan estudiar en condiciones dignas sin la falta de elementos esenciales para su formación. Las personas que ingresaron al edificio rompieron los candados de todos los racks y, mientras ocurría el hecho, un vecino fue testigo del robo y llamó a la policía.
“Creemos que fueron varias personas las que ingresaron en esta ocasión porque se organizaron llevando todas las computadoras y las tablets a los patios de cada piso y ahí cargaban los bolsos. Se robaron 136 tablets y cuando se estaban por llevar la otra mitad de los dispositivos que dejaron preparados en el patio, un vecino que además es papá de la escuela vio lo que estaba pasando, avisó a la policía y entonces quedaron las otras tablets que no se pudieron llevar embaladas en la vereda de la escuela”, agrega.
La escuela ya había sido robada en junio de 2023 y en aquella ocasión vandalizaron todo el edificio, rompiendo mobiliarios del lugar como racks y armarios; y se llevaron alrededor de 100 equipos tecnológicos, entre tablets, netbooks, parlantes, equipamiento de oficina y varios elementos más.
Hasta el año 2021, la escuela contaba con una casera, Marta, que vivía en una casa contigua a al establecimiento educativo. Desde que la mujer falleció hace tres años, la casa está deshabitada y ese cargo no ha sido repuesto pese a los reiterados reclamos de las familias y el equipo de conducción de la escuela.
“Cuando nos robaron el año pasado la cooperadora había puesto candados para tratar de mejorar las medidas de seguridad, pero volvieron a entrar por el mismo lugar. Así que necesitamos que el ministerio de Educación porteño refuerce las medidas, que ponga alarmas, rejas y una puerta que no sea fácil de vulnerar. Pero también le exigimos que designen a un nuevo casero o casera, porque antes esto no ocurría”, exclama Encabo.