El gobierno bonaerense apura las negociaciones para conseguir que el presupuesto y la ley fiscal se traten lo antes posible. Si bien el acuerdo con el Frente Renovador está en marcha, todavía falta el capítulo más difícil para María Eugenia Vidal, el del peronismo, cuyos votos son indispensables para llegar a los dos tercios que requiere el endeudamiento récord de más de 92 mil millones.
En la Legislatura, el peronismo está dividido hoy en tres bloques tanto en Diputados como en el Senado. Como ocurrió con el presupuesto 2016, la situación más compleja para el oficialismo se da en la Cámara baja. Allí, Cambiemos cuenta con 28 legisladores propios y 2 aliados del bloque Peronismo Bonaerense, el FR aporta 20 y el FAP 4, es decir 54 votos en total. Para llegar a los dos tercios necesita como mínimo 7 manos más y allí es donde entran a jugar los legisladores peronistas que suman 36 en total (17 FpV, 13 FpV-PJ y 6 Peronismo para la Victoria).
Desde que Vidal envió los dos proyectos, los distintos bloques peronistas vienen ensayando una unidad junto a los intendentes -también divididos en al menos tres grupos: Esmeralda, Fénix, El Establo- con el objetivo de negociar en mejores condiciones con el oficialismo y pelear espacios de poder en la Cámara de Diputados que renovará sus autoridades en diciembre. Critican el endeudamiento récord, piden que vayan más ministros a la Legislatura a dar explicaciones y reclaman más fondos para los municipios.
Cambiemos apuesta a romper esa unidad y cree que es posible que se repita un escenario como el de enero de este año, cuando se aprobó el actual presupuesto. En esa oportunidad, y frente a los fuertes desacuerdos entre La Cámpora y el resto de los legisladores del bloque FpV, los intendentes dialoguistas -que después se agruparon en el Grupo Esmeralda- comenzaron a negociar con el gobierno la creación de un fondo de 10 mil millones para que los municipios inviertan en obras y seguridad, y finalmente consiguieron los votos para asegurarle el endeudamiento.
Ese fondo no fue incluido en el proyecto de presupuesto 2017 aunque desde el gobierno ya dejaron trascender que será reeditado, pero por un monto de 7 mil millones. El peronismo pedirá que el monto se actualice y que los fondos lleguen además de manera directa, según confiaron fuentes legislativas.
Aunque la negociación formal no comenzó, los legisladores de Cambiemos ya empezaron a hablar con su pares peronistas por separado; mientras que el ministro de Gobierno, Federico Salvai, está a cargo de negociar y convencer a los intendentes del Esmeralda. Vidal está dispuesta a ceder la Defensoría del Pueblo a este sector que, desde principio de año, quiere ubicar en ese lugar al ex diputado Guido Lorenzino.
El Ejecutivo pretende llevar al recinto del Senado el presupuesto y la ley fiscal el 17 de noviembre pero el massismo ya aclaró que no están las condiciones para votarlo tan rápido. Quizás podremos llegar al 23 en el Senado para que el 30 de noviembre pueda tratarse en la Cámara de Diputados, dijo el jefe de la bancada massista en el Senado, Jorge D´Onofrio, y advirtió que «en el presupuesto votado en el Congreso nacional hay recursos para la provincia que no están identificados en el proyecto que envió Vidal».
La advertencia no es casual: el acuerdo entre la gobernadora y Massa está cerrado a grandes trazos pero todavía quedan algunos puntos por definirse. Además de la vicepresidencia de Diputados acordada con la gobernadora, el líder del Frente Renovador pretende ocupar una vacante que surgió hace pocas semanas en el Tribunal de Cuentas y también un cargo en la Defensoría del Pueblo.