La piedra angular del Presupuesto 2025 que presentó ayer por cadena nacional el presidente de la Nación Javier Milei es la garantía de pago de la deuda pública. En términos concretos el mandatario explicó que el gasto público se adaptará al pago de los intereses de la deuda externa. Por eso la letra de la ley de leyes indica que el objetivo prioritario es el de garantizar que el superávit primario sea equivalente a las obligaciones en términos de deuda que determinen un déficit cero en el balance financiero.

Para eso la letra de la ley estipula un superávit primario del 1,3% del PBI y un equilibrio en el resultado financiero del Tesoro que, en un contexto todavía recesivo, adelantan una profundización del ajuste.

Semejante definición que pone en primera fila a los acreedores y tenedores de bonos de la deuda tuvo el impacto esperado: tanto los títulos públicos como las acciones de empresas argentinas que cotizan en el exterior mostraron subas. Bonos soberanos de largo plazo como el GD 35 en dólares bajo ley extranjera escalaban a las 11 de la mañana hasta un 1,95% mientras el GD 38 lo hacía en un 1,82%. El bono AL 35 mostró una suba del 1,78% y el AL 41 escaló un 2,36%.

Los bancos, por su parte, también exhibieron parte de la euforia que se sintió en el mercado financiero en apenas dos horas de operaciones. Las acciones del Banco Francés escalaron un 3,91% y las del Banco Macro lo hicieron en un 2,74%. Se trata de ADRS que cotizan en los mercados financieros globales donde también se dispararon las acciones de BUNGE un 1,45% y de Edenor un 4,23%. Ternium mostró subas en el mercado de ADRS de un 1,65% mientras que YPF escaló un 1,31% en apenas dos horas de operaciones. Las acciones de IRSA subieron un 1,24%.

Todos los ojos sobre el presupuesto

El riesgo país que elabora el J.P. Morgan, sin embargo, se mantiene sin cambios y quedó fijado en 1400 puntos. Es que el mensaje del presidente, a pesar de la envergadura del ajuste y la disposición de partir del equilibrio fiscal, no ofreció pistas certeras sobre el levantamiento de las restricciones cambiarias, conocidas como “cepo”, ni un plan para su paulatina flexibilización.

J P Morgan Presupuesto
Foto: AFP

El indicador establece la sobre tasa para el endeudamiento que el sector privado ofrece a empresas o al sector público nacional por encima de la tasa de interés de los bonos norteamericanos. Si bien se encuentra en más de 200 puntos por debajo de los 1.625 puntos que tocó el 5 de agosto todavía está más de 250 puntos por encima de los 1.148 puntos que marcó el 22 de abril y que representan el punto más bajo durante la actual gestión económica.

En su discurso, el presidente aseguró que la normalización macroeconómica, que señaló como la principal, sino la única, responsabilidad del Estado, daría paso a una caída del riesgo país y un crecimiento en el crédito privado internacional que se reflejaría en una mejora de la inversión, el ahorro, el crecimiento económico y, más tarde, del salario real.

Esa parte, por el momento, no se reflejó en los mercados. Es que la profunda recesión que atraviesa la economía del país y que se refleja en un uso de la capacidad instalada de la industria de apenas el 59% no resulta un incentivo para la inversión productiva.