La respuesta a las condiciones de infraestructura escolar, a la falta de mantenimiento en las escuelas, a la carencia en el envío de viandas y de insumos escolares, entre otras problemáticas, se ve reflejada en cada ejecución presupuestaria que, de manera tardía, difunde el gobierno de la Ciudad cada tres meses. Un relevamiento realizado por el equipo del Observatorio de Economía Urbana del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), detectó que el Ejecutivo porteño apenas utilizó el 41% del presupuesto destinado a Educación. La cifra invertida no sorprende pero advierte, como se evidencia en cada ciclo lectivo, la crisis que atraviesa el sector en la Ciudad.
Si bien la ejecución presupuestaria porteña debería presentarse en los meses de marzo, junio, septiembre y diciembre de cada año, la administración local publica los informes casi un mes y medio después de las fechas estipuladas. Esta situación es criticada por todo el arco opositor dado que no permite realizar un análisis en tiempo real de lo invertido en cada sector.
Analisis de ejecución de presupuestos en CABA
Analizando la ejecución presupuestaria del primer semestre del gobierno de la ciudad, difundidas en los últimos días, se observan distintas situaciones. Por un lado, la baja ejecución del presupuesto total del gobierno porteño que apenas llegó al 31%.
“Esto es grave porque en seis meses de gobierno, el 31 por ciento del presupuesto, al interior de los distintos ministerios y dependencias, lógicamente esa ejecución es bastante variable, pero en el caso del Ministerio de Educación, la ejecución cercana es del 41 por ciento, que también está por debajo de la mitad”, detalla en diálogo con Tiempo Juan Pablo Costa, titular del Observatorio del CEPA que realizó el informe en base a datos oficiales.
El especialista en análisis económico, asegura que esto implica que de mantenerse este nivel de ejecución la Ciudad no llegaría a ejecutar la totalidad del presupuesto que está estimado.
“Más allá de eso, específicamente en el rubro de educación, lo que se observa también es una caída en términos reales desde 2020 de más del 40 por ciento. Esto es en comparación a la ejecución del primer semestre de este año, contra los primeros semestres de cada uno de los años anteriores”, explica Costa y detalla que, año a año, se observa una caída en la ejecución de lo que es la función presupuestaria educativa.
“Cuando uno analiza lo que es la ejecución presupuestaria del Ministerio de Educación, es decir, esa caída va al 47 por ciento. No necesariamente esto significa que la caída es respecto al año anterior, para nada, siempre respecto al 2020 porque lo que estamos haciendo es ver una dinámica un poco más larga. En algunos casos cae respecto al año anterior, en otros no, pero la idea fue analizar una dinámica temporal un poco más prolongada”, agrega el especialista.
Hay dos áreas sensibles en la cartera educativa que actualmente conduce Mercedes Miguel. En la dirección de mantenimiento escolar se observa un incremento en la ejecución presupuestaria de este primer semestre, respecto al 2023, “pero aún así”, aclara Costa, “ese incremento no logra compensar caídas anteriores y por lo tanto, en realidad, hoy, en el primer semestre del 2024 estamos por debajo del 30% respecto a lo que se había invertido en los primeros seis meses del 2020 en el mismo ítem.
El otro punto es infraestructura escolar y este año se observa un situación similar a la de mantenimiento. “Tuvo un pequeño incremento en la ejecución del primer semestre del 2024 respecto al 2023, pero que no logra compensar la caída de años anteriores. Acá detectamos que hubo una caída del 19 por ciento en términos reales”, termina el titular del Observatorio del CEPA.
La ejecución en el resto de los sectores
La baja ejecución presupuestaria también se observó en el resto de los sectores. Los más perjudicados, además de Educación, fueron Salud y Promoción Social. En el sistema público de salud porteño el recorte de ejecución, también comparándolo desde 2020 hasta aquí, fue del 49%. Pero también se observan fuertes caídas en la ejecución de hospitales de salud mental como el Borda, Moyano, Tobar García y Alvear, detalla el informe. En ese sentido, subraya el documento, “en materia de salud mental, la inversión en los hospitales Borda y Moyano caen fuertemente desde 2020: 51% y 50% respectivamente”.
Otro sector golpeado por los recortes es Desarrollo Social. Desde 2020 cayó 58 %, “con caídas en la ejecución del Ministerio y del Instituto de la Vivienda, e incrementos en programas asistenciales a personas en situación de calle”, explicaron. En esa línea, indicaron que, “en un contexto de déficit habitacional cuanti y cualitativo, y una difícil situación para el 35% de hogares inquilinos, el Instituto de la Vivienda de la Ciudad sufre un recorte del 63% desde 2020”.