El segundo round de las negociaciones que mañana continuará el gobierno para encontrar una salida alternativa al proyecto opositor de reforma del Impuesto de las Ganancias arrancará con medidas de fuerza sorpresivas en todos los medios del transporte del país. Se concretarán durante la mañana, antes del mediodía, cuando la CGT vuelva a ser recibida por los ministros de Trabajo, Jorge Triaca; de Interior, Rogelio Frigerio; y por el secretario de Coordinación, Mario Quintana, para continuar con los intercambios del viernes.
Los gremios integrantes de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) de la CGT, y los sindicatos de Metrodelegados y de Personal Aeronáutico que forman parte de la CTA liderada por Hugo Yasky anunciaron la realización de asambleas informativas sorpresivas hasta el mediodía de mañana. La noticia fue lanzada el viernes, pero este sábado dentro del Ejecutivo rompieron el silencio y opinaron que las medidas de fuerza anunciadas son paros encubiertos para condicionar la negociación que comenzó ese mismo día con la conducción unificada de la Confederación General del Trabajo y que tendrá un segundo paso mañana desde el mediodía. El intento del oficialismo es tener un borrador más claro con el sindicalismo antes de que arranque la mesa de diálogo con el Congreso bajo la batuta del presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Las cuatro espadas del oficialismo se sentarán en la Casa Rosada con los bloques opositores del Senado y también con los diputados del Frente Renovador conducido por Sergio Massa. Para ese momento los funcionarios del Ejecutivo esperan contar con un punto de acuerdo definido con la CGT, que vaya más allá de los 38 mil pesos que propusieron para elevar el mínimo no imponible y de la idea de promover la eliminación del impuesto en forma progresiva dentro de los próximos tres años.
En la hoja de ruta de la administración de Cambiemos la negociación con el sindicalismo es un primer tramo (aún inconcluso), pero el más importante de una instancia de diálogo que, por momentos, parece diseñada para contener a las distintas posiciones de un peronismo que el presidente Mauricio Macri procura mantener dividido desde que llegó a la Casa Rosada.
La troika con el Congreso aparece como uno de los ejes más determinantes para el desarrollo de la crisis que afronta el gobierno desde que massistas y kirchneristas impusieron en Diputados un proyecto de reforma indigerible para Macri. Sin embargo, en el entorno presidencial respiran con alivio porque la cita del viernes con la CGT fue mejor de lo esperado a pesar de los paros encubiertos. Para nosotros es muy importante cerrar con la CGT, porque eso repercute directamente en el Senado, especialmente por los legisladores que no responden a los gobernadores. Son pocos, pero los que no tienen ataduras y que se pueden poner en contra si los gremios de sus provincias se oponen, explicó un funcionario para confirmar la importancia de la nueva reunión con la CGT que se concretará este lunes al mediodía, pocos minutos después de que hayan concluido las asambleas informativas sorpresivas que protagonizarán los trabajadores del transporte para exigir que los viáticos, las horas extra y los feriados trabajados que queden fuera del cálculo del impuesto.
Si logramos terminar los puntos que falta pulir con la CGT, habremos encauzado mucho la negociación con los miembros del Congreso y con los gobernadores. Con esto no queremos decir que las reuniones del lunes por la tarde (con diputados y senadores) y del martes (con gobernadores) no serán importantes, pero la mesa definitoria sigue siendo la CGT, explicó a Tiempo un vocero de la Casa Rosada, que no quiso contestar las preguntas sobre un posible reconocimiento a los reclamos de los gremios del transporte.
Este sábado el diputado y jefe del Frente Renovador Sergio Massa confirmó en declaraciones radiales la importancia que tienen los gremios en las negociaciones y reclamó que haya una nueva ley de Ganancias antes de fin de año para advertir a los sectores de Cambiemos que apuestan a que el debate se postergue hasta el año que viene. El gobierno avanzó por estas horas con las centrales sindicales y a partir del lunes empieza el diálogo. Lo más importante que nos puede pasar es que nuestra clase trabajadora tenga menos presión de los impuestos en su bolsillo», lanzó el tigrense para endosar su posición al desenlace del diálogo con la CGT.
Luego de último timbreo que realizó ayer Cambiemos, un funcionario que participará en las mesas de mañana se mostró confiado sobre un acuerdo antes de fin año. Con el Senado estamos muy avanzados, y con Diputados todo depende de cómo jueguen Massa, Diego Bossio, y si el FpV quiere insistir con su proyecto y enfrentarse abiertamente con los gobernadores y con la CGT, advirtió la fuente consultada. «