Presionado por la enorme concentración de vencimientos en el corto plazo, el gobierno dispuso llamar a un canje voluntario de deuda en pesos. La invitación fue extendida a los tenedores de Lecap, Boncap y Boncer que vencen a lo largo de este año.

A cambio de esos títulos, la Secretaría de Finanzas ofrece una canasta de cuatro bonos del Tesoro con vencimientos escalonados en marzo, junio, septiembre y diciembre de 2026. Los nuevos títulos tienen una tasa efectiva anual promedio de 29,5%, que podría ser alta en caso de que la TAMAR (tasa mayorista para depósitos a plazo fijo de más de $ 1.000 millones) sea superior en ese período.

El ministro de Economía Luis Caputo y el Secretario de Finanzas Pablo Quirno dan rienda a la bicicleta financiera.
Foto: Victor Carreira / Telam

No es un rolleo de vencimientos, es una invitación a convertir instrumentos con vencimientos entre mayo y noviembre por otros más largos”, aclaró el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, al dar a conocer la novedad. También aclaró que los bonos a vencer a fin de enero, dentro de muy pocos días, quedarán afuera y serán abonados normalmente.

El objetivo del gobierno es descomprimir los vencimientos de corto plazo y al mismo tiempo reducir los intereses, ya que los nuevos instrumentos tienen tasa más baja que los que serán permutados. Así y todo, la remuneración ofrecida es ampliamente superior al rango de 18-20% que se estima subirá la inflación y también el dólar en este 2025, por lo que la continuidad del “carry trade” o bicicleta financiera está garantizada.

El canje es de carácter voluntario, pero se sabe que de movida todos los organismos públicos con títulos de ese tipo en su cartera se anotarán, garantizando un piso importante. Sin embargo, desde el Palacio de Hacienda relativizan esos datos. Calculan que la mayor parte del paquete está en manos privadas: bancos, aseguradoras y empresas. La Anses apenas tendría el 12% de esos títulos en la cartera del Fondo de Garantía de la Sustentabilidad (FGS). “Es un canje pensado para tenedores privados”, señalan.

Fuentes de mercado calcularon que el monto involucrado en la operación supera los $ 27 billones. De ellos, $ 5,4 billones vencen en mayo; $ 7 billones en junio, $ 2,7 billones en julio, $ 1,7 billón en agosto, $ 2,8 billones en septiembre, $ 2,2 billones en octubre y $ 5,6 billones en noviembre. El monto final podría ser todavía mayor ya que algunos de ellos actualizan su capital por el CER, coeficiente ligado a la inflación.

Tal como este medio había adelantado, el canje de títulos era uno de los recursos a los que tenía pensado recurrir el gobierno para esquivar el “paredón” de vencimientos para 2025. Otro de ellos son los Repo (préstamo garantizado con títulos públicos), de los cuales ya se celebró el primero con un consorcio de bancos internacionales capitaneados por el Santander y el BBVA, por un monto de U$S 1.000 millones.

La tercera vía es un crédito del FMI que serviría, además, para levantar el cepo cambiario. Economistas de la entidad están arribando por estas horas a Buenos Aires para activar las conversaciones que habiliten un nuevo programa con un desembolso cercano a los U$S 12.000 millones. Con ese menú, en el Ministerio de Economía esperan atravesar un año cargado de obligaciones.