«Hola, cómo están, estamos acá en Casa Rosada con mi equipo, nos estamos preparando para presentar mañana en el Senado el primer informe de gestión», contó en la tarde del martes el ministro coordinador Nicolás Posse. Es el único ministro al que no se le conocía la voz en los medios, ni las redes, porque no concedió ninguna entrevista desde que asumió. Es uno de los pocos integrantes de la mesa chica que rodea al presidente Javier Milei y tiene injerencia directa en todas las áreas del Estado, con una influencia que, gracias a su bajísimo perfil, ha pasado casi inadvertida.

Quizás por eso mantuvo una ausencia imperturbable en la conversación pública y la alteró levemente este martes, pocas horas antes de comparecer ante el Congreso, para cumplir con el artículo 101 de la Constitución Nacional, que le exige hacerlo mensualmente ante alguna de las dos cámaras legislativas.

«Les vamos a contar lo que hemos hecho en estos cinco meses de gobierno», prometió Posse, en el intento que hizo para mostrarse descontracturado desde el escritorio que ocupa en el primer piso de la Casa Rosada. La pieza dura sólo 26 segundos y contrasta con la cantidad de horas que lo esperan este miércoles a partir de las 11 para contestar las 2700 preguntas que le formularon los senadores y senadoras. Ya contestó 1239 por escrito y le quedan otras 1500. Una parte de ellas las contestará oralmente, pero el informe de gestión 139 de la coordinación ministerial ya está en manos de los integrantes del cuerpo.

Es posible que le repregunten, que le incluyan otras inquietudes o que Posse aproveche para retrucar, aunque el foco estará puesto en el detalle que ofrecerá al comienzo de su exposición, antes de atajar las inquietudes que comenzarán a lloverle desde el corazón del recinto. Será un primer ejercicio de exposición pública para el ex numerario de la Corporación América que pertenece al magnate Eduardo Eurnekian y donde conoció a Milei y también al actual ministro del Interior, Guillermo Francos.

«Yo les dije que suspendan para otro momento, porque lo van a desplumar»,confió un senador del PRO en referencia a la visita del miércoles. Sucederá en medio del trámite por la Ley Bases, con un oficialismo que quiere condensar en tres semanas del Senado un debate que insumió cuatro meses en Diputados. Si el legislador le dijo su preocupación a Villarruel es un misterio. La fecha fue publicada el viernes y algunos no olvidan que en febrero y marzo se quedó esperando que el jefe de Gabinete asistiera a la Bicameral de Trámite Legislativo que estaba tratando el DNU 70/23.

Posse es considerado uno de los funcionarios que más conoce los vericuetos del decreto que redactó el extitular del BCRA, Federico Sturzenegger. Su faltazo para defender el texto en esa comisión bicameral fue el prólogo de la sesión del 14 de marzo. Tras 8 horas de debate fue rechazado por 42 votos negativos, 25 respaldos y 4 abstenciones. 

Este martes se cumplieron recién dos meses de ese revés legislativo y el tema habría sido abordado el viernes pasado, cuando Villarruel almorzó con Posse para organizar la visita de este miércoles.

El ministro coordinador llega empujado por la necesidad del Gobierno de cumplir con el artículo 101 antes de que pase otro mes sin cumplirlo. Posse podría haber contestado por escrito y postergar su visita, pero eligió asistir cuando la Cámara Alta transita la segunda semana de tratamiento en comisiones de la Ley Bases y el paquete fiscal. 

El pulso de ese plenario continuará el jueves, pero la presencia de Posse alimenta interrogantes porque en este martes surgieron señales de la Casa Rosada sobre una eventual postergación del pacto del 25 de mayo, debido a que los tiempos legislativos se están estirando para obtener la sanción de ambas leyes antes del próximo aniversario del primer gobierno patrio de 1810. Cuando Posse pise el recinto del Senado, faltarán 10 días para la fecha elegida por el presidente y los dos proyectos van camino a obtener dictamen, pero con la introducción de cambios que los devolverán a Diputados. 

Es posible que Posse busque abordar esa incógnita durante su alocución y retome la iniciativa para reordenar los plazos. Su rol de interlocución entre el Ejecutivo y el Congreso es clave. El tono de la conversación que adopte será determinante para los días que se avecinan, en un momento donde se agotan los plazos que el propio presidente de había impuesto. Este martes Milei relativizó que se firme el pacto el 25 de mayo y podría esperar para junio o julio, para avanzar igualmente con las «reformas estructurales» que impulsa desde que asumió.