El gobierno nacional se prepara para atravesar el pico de la pandemia con una estrategia desdoblada. Mientras se mantiene firme en el sostenimiento de la cuarentena intenta proyectar una agenda productiva hacia un incierto escenario post pandemia. En diálogo tenso con el sector privado, desde el gobierno se proponen que el Estado sea “el motor de la reactivación económica”. Los ministerios de Obra Pública y Desarrollo Territorial son los designados para llevar adelante esa tarea.
Alberto Fernández comenzó a mezclar los mensajes sobre Covid-19 con inauguración de obras públicas y reactivación de empresas privadas. Con la intención de instalar una agenda federal, las visitas a las provincias sonel escenario ideal para mostrar el presente del extenso territorio nacional y el futuro –todavía lejano– del AMBA. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, fueron los primeros en acompañarlo en estas recorridas federales. Después se sumaron Gabriel Katopodis, al frente de la cartera de Obra Pública, y María Eugenia Bielsa, ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat.
En total son 270 las obras –desparramadas a lo largo del país, menos en el AMBA– que volvieron a ponerse en marcha luego de dos grandes escollos. El primero había nacido de la crisis económica que paralizó el último tramo de la gestión macrista y luego el parate obligado por la pandemia. Si bien las actividades involucradas en la obra pública siempre estuvieron habilitadas porque fueron calificadas como esenciales, a muchas empresas no les fue fácil adaptarse debido a complicaciones con el abastecimiento de insumos y el miedo en los trabajadores a exponerse al coronavirus, entre otros factores, según explicaron fuentes del sector. El transporte y alojamiento bajo protocolo Covid-19 garantizado por parte de las empresas fue clave para destrabar estas obras. Primero fueron los 52 hospitales –urgidos por la emergencia sanitaria– luego rutas y también plantas potabilizadoras. “Se trata de fortalecer toda la capacidad de cuidado del Estado para que la Argentina duela menos-le dijo Katopodis a Tiempo- No es la meritocracia la que va a mejorar la vida de los ciudadanos”.
A su vez se desplegó en el territorio el programa de micro obra pública Argentina Hace, implementado en municipios chicos de las provincias con el objetivo de generar trabajo local en pequeñas obras. En ese contexto, Fernández y Katopodis dieron inicio este viernes a los proyectos de macro y micro pública en Neuquén con una inversión de 12.300 millones de pesos y en La Pampa con 4600 millones.
Desde el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat –cartera asimilable al antiguo Ministerio de Vivienda– el objetivo es vincular la iniciativa estatal con actores privados aunque no esté destinado a la generación de lucro sino a desarrollo, según aclaran fuentes oficiales. “El Estado es la única herramienta capaz de brindar soluciones a una crisis sanitaria y económica como esta. Y lo hace a través de planes que privilegian las necesidades de los que menos tienen y la generación de puestos de trabajo genuinos, que es un derecho ligado a la vivienda”, le dijo Bielsa a Tiempo Argentino, y destacó el que en ese sentido el programa Argentina Construye fue diseñado para responder a los déficits de vivienda, infraestructura sanitaria y de equipamiento urbano durante la emergencia.
Las líneas de subsidios no sólo se otorgan a personas para ampliación y refacción sino a organizaciones de la comunidad, como comedores populares. Las obras tienen que contar con la articulación de los gobiernos provinciales, municipales. Hasta el momento comenzó a implementarse en Formosa, Misiones, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires, Río Negro y La Pampa, pero el objetivo es que se incorporen todas las provincias.
También este ministerio asumió la recuperación del plan Procrear. Como reveló Tiempo el año pasado, son 11 mil las viviendas en condiciones de terminación y entrega que habían quedado vacías y ahora deberán ponerse en condiciones para ser adjudicadas. Por el momento son 700 las unidades otorgadas en medio del establecimiento de nuevos protocolos Covid-19 en la construcción privada.
En medio de la crisis sanitaria debido a las condiciones de hacinamiento que sufren las villas y los barrios populares, desde este ministerio retomaron la indicación prepandemia de Alberto Fernández de trazar un plan de descentralización habitacional. El gobierno está por lanzar el Plan Nacional de Suelo Urbano, cuya creación se publicó en el Boletín Oficial hace un mes y que tendrá el objetivo de preparar grandes terrenos ociosos para generar barrios y desarrollos urbanísticos. También contempla la creación de un banco nacional de suelo. Esta idea enfrenta el desafío de vincular la construcción de nuevos barrios con los centros geográficos donde se ubican la producción y el trabajo, en la actualidad hiperconcentrados en el AMBA.