En paralelo a la marcha de este miércoles de miles de personas en Plaza Congreso, en el marco del paro general convocado por la CGT y las dos CTA, el gobierno porteño embistió contra los trabajadores de la educación.

«Las escuelas permanecerán abiertas durante el paro de la CGT y se descontará el día a los docentes que no asistan», sentenció la ministra de Educación Mercedes Miguel. La funcionaria PRO afirmó que los equipos directivos estarán disponibles para recibir a los estudiantes: «Como es habitual en estos casos, se descontará el día a quienes se sumen al paro», amenazó Miguel.

«Nos va a tener que descontar el salario a todos los docentes porteños porque el paro fue contundente«, manifestaron a este medio desde el equipo de conducción de una escuela de Palermo que adhirió totalmente a la medida de fuerza, con la ausencia, incluso, de los auxiliares y personal de comedores.

«A esta escuela mandaron fichas para que pongamos quienes adherían al paro, obviamente no nos plegamos a ese pedido y no lo vamos a hacer», termina la integrante del equipo directivo.

Desde los sindicatos docentes aseguran que es una medida de fuerza muy contundente, algunos sectores con un plan de lucha que abarca 48 horas como es el caso de la asociación ADEMYS.

«En la Ciudad estamos reclamando en forma urgente la reapertura de la mesa salarial y necesitamos una recomposición de emergencia de nuestro salario. Reclamamos un aumento del 100% por cargo, ya que solo hemos recibido unas migajas de aumento en febrero y cobramos el mes de Marzo sin ningún aumento y tampoco nos han convocado para discutirlo», señaló a Tiempo Federico Puy, secretario de Prensa del sindicato.

El docente asegura que las y los trabajadores de todo el sector están sufriendo un ataque muy fuerte respecto a su salud. «Nos rechazan licencias cuando estamos  enfermos, te hacen esperar todo el día y el médico nunca se comunica, te piden que te conectes en medio de una clase, a cualquier hora de la noche, un sábado, domingo o el médico que va a domicilio no te espera a que salgas», agregó.

Paro en colegios privados

Desde SADOP el gremio que nuclea a trabajadores de la educación paga, señalaron a Tiempo: «estamos de una media hacia abajo, y esto se debe a varios motivos. Por un lado, que los empleadores presionan para que los docentes no hagan paro, y por otro lado por el descuento del día y el presentismo, lo cual en esta realidad afecta el poder adquisitivo de los docentes por el bajo salario».

En ese sentido desde el gremio señalaron que otro punto es «la presión por las clases virtuales, la exigencia de reemplazar el paro por la metodología de las clases virtuales, sobre todo en universidades».

Hospitales públicos y privados

En el caso de los hospitales públicos de la Ciudad, la medida de fuerza se hizo sentir en los 34 nosocomios y en todos los centros de salud barriales.

«La adhesión es del 90%: las guardias son escasas y hay solo médicos de urgencia. En nuestro hospital la adhesión es superior. Está totalmente parado en lo que tiene que ver con consultorios y cirugías programadas. Hay personal escaso cuidando a los enfermos, con los jefes trabajando y la guardia por si viene algún accidentado o alguna intervención de urgencia», aseguró a este medio Héctor Ortiz, referente de ATE dentro de la agrupación Hospitales de la Ciudad y trabajador del Durand.

Al ser consultado respecto a supuestas amenazas del Ejecutivo porteño para que no se realice la medida de fuerza, Ortiz señaló: «Por ahora, no tenemos ningún tipo de toma de listas, porque al paro están adheridos los tres gremios más importantes: Médicos Municipales Sutecba y ATE Capital».

El acatamiento al paro en los hospitales y clínicas privadas de la Ciudad es importante, aunque señalan: «no se reflejan las ganas de parar con el acatamiento por la alta cantidad de descuentos que hay en muchos lugares te quitan hasta el 25% del salario«, explicó en diálogo con Tiempo César Latorre, referente sindical del Hospital Italiano.

El trabajador de salud y referente sindical afirma que esta medida de las patronales son una limitante, pero que la disconformidad es total. «El descontento con la situación está presente e incluso muchos sectores que fueron a trabajar por este tema de la presión económica están muy enojados. Por otro lado, la directiva del gremio SANIDAD no impulsó una gran campaña para poder adherir al paro o una discusión clara al respecto, simplemente pegó unos cartelitos», concluye.