El descenso de la inflación no será tan fuerte ni tan veloz como espera el gobierno, a juzgar por los datos que dio a conocer este martes el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En el territorio porteño, los precios al consumidor subieron 13,2% en marzo y acumulan 57,3% en el primer trimestre del año. En la comparación interanual (con marzo de 2023), la variación es de 285,3%.
La suba del índice de precios fue apenas nueve décimas porcentuales más baja que la de febrero (14,1%). Si se extienden esos números al nivel nacional (el Indec lo informará el viernes), será difícil que se logre el objetivo de bajar la inflación a niveles de un solo dígito, como había anticipado el ministro de Economía, Luis Caputo.
El desagregado del informe elaborado por la Dirección General de Estadística y Censos porteña muestra la fuerte incidencia de los aumentos tarifarios que dispuso el gobierno nacional. Los cuatro rubros que más subieron están vinculados a servicios regulados.
Allí se encuentran: Educación (36,8%), por la actualización de las cuotas de los colegios privados; Información y Comunicación (24,5%), vinculado a los aumentos de internet y telefonía celular; Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (17,9%), por los aumentos en servicios públicos ya vigentes; y Salud (16,9%), por las subas de las empresas de medicina prepaga.
Los cuatro rubros aportaron más de ocho puntos de los 13 de suba del índice. El cálculo muestra que el impacto de la recomposición de márgenes de las empresas de servicios públicos, avalada por el gobierno (a lo que se suma el efecto estacional de la suba de colegios privados), está siendo soportada por el grueso de la población.
La división de Alimentos y bebidas, que es la de mayor incidencia en la elaboración del índice, subió menos que otras, aunque también estuvo en los dos dígitos: aumentó 11% en marzo y acumula 59,6% en el primer trimestre. El incremento tuvo un tope dado por la dinámica del sector, jaqueado por la fuerte caída del consumo como correlato de la pérdida de poder adquisitivo de parte de los consumidores. De todas maneras, el sector tiene un buen colchón para descansar: la variación interanual fue de 336,9%, la más alta de las 13 divisiones medidas y 51 puntos por encima del promedio.