La persistente inflación y el derrumbe del consumo pegan de lleno en las industrias que producen centralmente para el mercado interno.
Es el caso de las textiles, que entre enero y febrero sufrieron una caída de las ventas del 87% interanual y una retracción de la producción del 68%, según reveló la encuesta de coyuntura de la Fundación ProTejer, que releva información de la cadena de valor textil y de la indumentaria.
Entre las que vieron caer sus ventas, la mayoría sufrió una baja de las operaciones del 48%. En tanto, las que apreciaron una retracción de la producción tuvieron una caída promedio del 35% respecto al primer bimestre de 2023.
El 96% de estas últimas asoció la baja a los cambios que registró el poder adquisitivo de la población. También se mencionaron como condicionantes las expectativas macro, la variación de los costos de materias primas e insumos, la apreciación cambiaria y los cambios de las políticas para la industria durante la gestión de La Libertad Avanza.
El 69% de las empresas que respondieron a la encuesta reportaron bajas en su nivel de utilización de la capacidad instalada, con una caída promedio del indicador de 26 puntos porcentuales.
Además, el 51% de las textiles reconoció que en el primer bimestre tomó alguna determinación que impactó negativamente en el empleo, como recortes de turnos, disminución de las horas extra, cancelación de contratos, suspensiones y despidos.
El recorte de horas extras fue la principal razón alcanzando el 33% del total de las respuestas, seguida por el cierre de turnos (15%) y la no renovación de contratos (14%).
En particular, el 21% informó que disminuyó los puestos de trabajo al cabo del segundo mes del año.
En cuanto a las inversiones, el 79% de las encuestadas consignó que en el período señalado no realizó desembolsos o suspendió los que tenía planificados.
El 31% de las empresas reconoció dificultades para pagar gastos corrientes, principalmente impuestos; y el 61% admitió que tiene deudas con importadores.