La caída del consumo pega cada vez más fuerte. Según datos oficiales y privados, crecen los cierres de empresas, aumentan los concursos y quiebras y cada vez son más las firmas que reducen su producción. Se trata de empresas vinculadas a la demanda interna, a lo que consume la población en forma masiva: productos alimenticios, ropa y textiles, artículos de limpieza e higiene personal, medicamentos, libros, repuestos de autos y motos, electrónicos y línea blanca, y un larguísimo etcétera.
Si bien el golpe se siente más fuerte en el sector industrial, también afecta a los comercios vinculados con las ventas de esos productos y –aunque parezca lo contrario– con el sector bancario que financia a esas empresas y al consumo.
La reacción de las empresas a la caída del consumo –uno de los síntomas de la recesión– suele ser la misma: recorte de horas extra de trabajo, suspensiones de trabajadores, despidos y hasta el cierre de plantas o establecimientos. En ese camino, muchas optan por caminos abiertamente ilegales, como el pago en negro de salarios, el desconocimiento de los convenios laborales y el apriete.
De allí que cuando se produce una caída acentuada del consumo y la recesión se prolonga en el tiempo, se produzca un incremento de la conflictividad laboral. Por caso, según la consultora Tendencias Económicas, la cantidad de trabajadores que realizaron paros o entraron en huelgas durante octubre sumó 1,99 millón, con un aumento del 7% respecto al décimo mes de 2017.
Concursados
Además de una agudización del enfrentamiento con la parte laboral, crecen los pedidos de concursos preventivos de acreedores y de quiebras ante la Justicia. La información al respecto es parcial o está retrasada, pero todos los datos marcan que existe un incremento en la cantidad de procedimientos que se tramitan en los juzgados civiles y comerciales.
Uno de ellos, citado por el diario La voz, de Córdoba, indicó que los pedidos de quiebras en los juzgados de esa ciudad crecieron más de un 50% en lo que va del año comparado con el mismo período de 2017. En el caso de los concursos, ese salto es del 32 por ciento.
Con cifras algo más moderadas, el diario El Cronista consignó que según la Oficina de Estadísticas del Consejo de la Magistratura, el Fuero Comercial de la Ciudad de Buenos Aires recibió 961 presentaciones entre enero y junio de este año contra 889 para el mismo período de 2017. En el segundo semestre del año pasado hubo una intensificación de presentaciones, que sumaron 1152. En todo 2017 se presentaron 207 concursos y 1834 quiebras. En el primer semestre de este año, alcanzan a 132 concursos y 829 quiebras.
En Santa Fe, datos relevados por la Secretaría de Producción provincial y dados a conocer en medios locales indican que unas 250 pymes se encuentran al borde de la quiebra. En tanto, de acuerdo con información proveniente de Rosario, se sortearon 32 expedientes de concursos y quiebras en agosto, de los que 23 corresponden a personas físicas, lo que para los especialistas rosarinos es un número llamativo ya que «no hay referencia así en bastante tiempo, tenemos que ir casi tres o cuatro años para atrás para encontrar un número equivalente», según dijo un abogado al diario La Capital, de esa ciudad.
Impacto profundo
«La caída del consumo opera hoy como uno de los factores más importantes a la hora de explicar las crisis de las empresas», le dijo a Tiempo el especialista José Luis Blanco, director de Tendencias Económicas.
Según Blanco, la competencia de la importación, aunque sigue siendo un factor importante en la generación de las crisis, ha perdido peso ante la recesión.
«Se observa que las empresas industriales que se dedican al consumo masivo son las más golpeadas», agregó. Blanco incluyó en ese lugar a las firmas productoras de textiles, de artículos para el hogar, especialmente línea blanca, alimentos y limpieza. También a las autopartistas que se dedican al mercado de repuestos y reposición, a las empresas que producen bienes de capital y a las que producen insumos difundidos como químicas y plásticos. También a las firmas de la construcción.
«La recesión es muy profunda y golpea prácticamente a todos los sectores. Ahora vemos que las cadenas comerciales comienzan asentir el impacto y producen cierres y despidos», indicó Blanco. En ese lugar ubicó ala firma Ribeiro, que despidió a 60 empleados en octubre.
De acuerdo con un relevamiento de Tendencias Económicas, octubre cerró con 15.366 suspensiones, un 845 por ciento más que las que se produjeron en octubre de 2017. En tanto, los despidos sumaron 2801 en octubre último, un 447% más que un año atrás, cuando la economía aún se movía al ritmo del empuje de la obra pública que el gobierno impulsaba como herramienta para ganar las elecciones de medio término.
La economía tuvo un fuerte desarrollo el año pasado. Luego de un inicio débil, arrancó en mayo un recorrido que duró hasta noviembre y cuyas cifras de crecimiento interanual no bajaron del 3,1 por ciento.
La caída del consumo y la recesión actual contrastan contra ese impulso de la economía del año pasado.
El peor de todos
El análisis más reciente sobre actividad económica se presentó el último viernes. Se trata del Relevamiento de Expectativa de Mercado (REM), que publica el Banco Central y compulsa los pronósticos de 55 consultoras y analistas. El detalle es que ese relevamiento se hizo días después de conocida la letra del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario.
El promedio de las respuestas indicó que este año la economía caerá un 2,4%, en coincidencia con lo que prevé el proyecto de Presupuesto 2019. El tema es que en septiembre esos economistas creían que la caída iba a ser del 2,3%. Es decir, a medida que pasa el tiempo empeoran su pronóstico.
Blanco, de Tendencias, considera que el cuarto trimestre de este año será el peor de todos. «La caída del poder adquisitivo del salario se notará en toda su dimensión por la acumulación de la inflación, al tiempo que el consumo caerá aun más. Fin de año es el momento en que muchos establecimientos, especialmente comercios, esperan recuperar sus niveles de ingreso, pero este año muchos no van a alcanzarlo», alertó.
Las advertencias acerca de este escenario se acumulan. El consumo masivo no va a remontar, informó la consultora Kantar Worldpanel, para la que el consumo masivo caerá un 6% en el cuatro trimestre respecto de un año atrás, el doble de la retracción que calcula para el tercer trimestre.
Scentia, consultora también especializada en consumo, prevé una caída parecida, con un descenso total de 2018 en torno al 3% respecto de 2017.
Es larga la lista de las empresas que han suspendido, despedido o directamente cerrado sus puertas en octubre. En materia de suspensiones, se encuentran la textil Algoselan (200 trabajadores), de la ciudad de Jáuregui, en Pilar, Buenos Aires, y que le dio su nombre al club de fútbol del ascenso Flandria. También Rontaltex (90) y Tipoití (800), una de las plantas textiles más importantes de Corrientes.
En el sector alimentos, los molinos Boero y Lagomarsino (33 y 40 trabajadores, respectivamente), Cereales 3 Arroyos (120). En el área automotriz, hay suspensiones en General Motors (1900), Volkswagen (1400), Honda (900), Iveco (500) y Motomel (300), además de otros 7000 en la industria autopartista, entre los que se destacan Metalúrgica Tandil, cuyos trabajadores permanecen en un acampe en las puertas de la fábrica. Mañana se realiza una audiencia muy importante que podría definir el destino final de esa planta. «
Vidal anunció medidas de emergencia para pymes bonaerenses
Preocupada por los avances de la crisis en su provincia, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal anunció un programa de ayuda para pequeñas y medianas empresas. Se trata de medidas similares a las dispuestas en junio, cuando se empezaron a sentir los primeros coletazos de la devaluación y posterior recesión.
Los puntos principales son: la prórroga de un plan de créditos subsidiados a tasas de entre el 29% y 35% anual, tanto para descuento de cheques como para actividades productivas, hasta un monto de $ 6000 millones; la postergación para 2019 de los pagos de ingresos brutos que las empresas con facturación menor a $ 2 millones por año debían realizar en noviembre y diciembre; y la implementación de una norma que dará prioridad a las pequeñas y medianas empresas en las contrataciones oficiales.
El programa beneficia a unas 265 mil pymes que generan empleo para 4,4 millones de personas. En La Plata estiman que tres de cada cuatro trabajadores registrados se desempeñan en este tipo de empresas.
«Siempre entendimos que es ahí donde hay que estar, alentando para que las pymes crezcan, exporten y generen más empleo, pero también acompañando en momentos de dificultad», señaló Vidal, quien realizó los anuncios en el Parque Industrial La Cantábrica de Morón, el distrito donde vive.
En paralelo, el gobierno provincial realizó gestiones con varias cadenas de supermercados para que les den un lugar destacado en las góndolas a estas empresas, bajo el lema «¡Comprá Pyme!», y para que paguen a estos proveedores a no más de 60 días, en lugar de los 120 que suelen tardar.