Empresa Arcor adelantó vacaciones a casi 400 operarios de su planta de chocolates de Colonia Caroya, en la provincia de Córdoba. Esto responde a la caída de las ventas y la sobrecarga de stock e implica la paralización total de la producción. Los empleados firmaron las vacaciones forzosas para la última quincena de octubre. En este contexto la firma también aplicó medidas de suspensión en su planta de San Pedro, Arroyito y Río Negro y cerró su fábrica en Mendoza.
La firma, además, implementó suspensiones en su planta de pasta de tomate y conservas de Choele Choele, Río Negro. Es una planta de la marca La Campagnola cuyos resultados económicos “se vieron seriamente afectados” y avanza hacia la salida de operación. La firma alimenticia acordó suspensiones en la planta de San Pedro que produce alcohol industrial para perfumes y cerró su planta de La Campagnola de San Martín (Mendoza) para mudarla a Villa Mercedes, San Luis, lo cual afecta la fuente de trabajo de 150 personas.
En este contexto los trabajadores también denunciaron el mes pasado un proceso de achicamiento de una planta de San Luis donde la multinacional produce chupetines y chocolates. “Ya son cinco las líneas que se dieron de baja.
El cierre impactó en la línea de chupetines y chocolates. La línea Bon o Bon, que era la más fuerte que teníamos, la llevaron a Angola. Hay otras que las llevaron a otras fábricas del país. Tuvimos una semana obligada de vacaciones, ahí despidieron trabajadores. Se llevan equipamiento a otras fábricas, estamos notando un vaciamiento», señaló Miguel Benavente, delegado del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) en la planta puntana.
La planta de San Luis supo emplear a 700 personas, que bajaron a 500 hace dos años. La plantilla ahora está en 300 trabajadores.
El año pasado, Arcor presentó un balance negativo con pérdidas por unos 1000 millones de pesos. En el primer trimestre de este año contabilizó pérdidas por 874 millones, aunque en el segundo trimestre tuvo ganancias por 665 millones.